Las personas con diabetes tipo 1 necesitan insulina para vivir. En el Día Mundial de la Diabetes 2025 conozca de qué se trata esta hormona
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
Cuando el organismo no puede producir o utilizar la insulina de forma eficaz (lo que se conoce como resistencia a la insulina) se producen niveles elevados de glucosa en sangre (hiperglucemia).
Las personas diabéticas pueden necesitar tratamiento con insulina en función de su tipo de diabetes. Los diabéticos de tipo 1 siempre necesitarán insulina, en cambio, las personas con diabetes de tipo 2 o diabetes gestacional pueden tener que incluir la insulina en su plan de tratamiento si las modificaciones del estilo de vida y los medicamentos orales no son suficientes para controlar sus niveles de glucosa en sangre.

Las personas con diabetes tipo 1 necesitan aplicarse insulina para vivir
Descubrimiento de la insulina
En mayo de 1921 comenzaron en Toronto (Canadá) los experimentos que culminarían en la síntesis de la insulina comercializada. Frederick Banting y Charles Best experimentaron con perros inducidos por la diabetes con un éxito limitado.
Se produjo un gran avance cuando uno de los perros, llamado Marjorie por el equipo de Toronto, sobrevivió durante 70 días con inyecciones del extracto pancreático, o “Isletin”, como lo llamaba el equipo.
El 23 de enero de 1922 se administró con éxito la primera inyección de insulina a un diabético. Este descubrimiento abrió el camino para el tratamiento moderno de la diabetes de tipo 1 y la insulinoterapia.

Frederick Banting y Charles Best junto con el perro Marjorie, que sobrevivió durante 70 días con inyecciones del extracto pancreático
Producción de insulina
Desde que se descubrió y se utilizó por primera vez para tratar a los diabéticos en 1922, la producción de insulina ha evolucionado a la par que el tratamiento y la gestión de la diabetes. El primer tipo de insulina fue la insulina animal extraída del páncreas de vacuno y porcino. Algunas personas diabéticas siguen utilizando este tipo de insulina porque consideran que la insulina animal purificada (limpia) es la que mejor les funciona.
A principios de la década de 1980, los avances tecnológicos permitieron producir insulina humana de forma sintética en un laboratorio -insulina humana biosintética (IHB)- para que se pareciera a la insulina producida por el organismo.

Desde que se descubrió y se utilizó por primera vez para tratar a los diabéticos en 1922, la producción de insulina ha evolucionado a la par que el tratamiento y la gestión de la diabetes
Una década más tarde se introdujeron los análogos de insulina: insulinas sintéticas fabricadas en laboratorio, pero alteradas para crear insulinas genéticamente modificadas conocidas como análogos.
Más recientemente, ha surgido el desarrollo de insulinas biosimilares (BI). Las insulinas biosimilares no son genéricas porque se desarrollan mediante un proceso diferente y pueden presentar ligeras diferencias en su estructura molecular, lo que las hace distintas de los productos originales.
Adecuar la insulina al tipo de diabetes
Los distintos tipos de diabetes pueden requerir regímenes de insulina diferentes. Existen muchos regímenes de insulina diferentes, empezando por las terapias intensivas que intentan replicar el patrón normal de secreción de insulina del organismo utilizando insulina basal y en bolo. Estas terapias requieren más inyecciones y cálculos, pero proporcionan mayor libertad y flexibilidad, con dosis de insulina ajustadas para adaptarse a los cambios diarios del estilo de vida.
- La terapia de escala móvil consiste en aumentar progresivamente las dosis de insulina antes de las comidas o por la noche en función de unos intervalos de glucemia predefinidos. Se trata de dosis más aproximadas. La ingesta de alimentos y los niveles de actividad deben ser lo más constantes posible para que este tratamiento funcione con eficacia.
- Las personas con diabetes tipo 1 suelen utilizar una combinación de insulina de acción rápida o corta antes de las comidas y de insulina de acción prolongada o ultralarga para la cobertura basal.

Las bombas de insulina son la forma más avanzada de administración de insulina y pueden utilizarse con dispositivos de monitoreo continuo de la glucosa
- La insulina puede recetarse de muchas formas para las personas con diabetes tipo 2 en función de las necesidades de cada una. Puede administrarse una vez al día, varias veces al día o incluso a través de una bomba de insulina. También puede hacerse como tratamiento único o con otros medicamentos y puede incluir insulina de acción prolongada o incluso de acción rápida.
- Las mujeres con diabetes gestacional suelen utilizar insulina de acción rápida antes de las comidas y, en ocasiones, insulina de acción prolongada.

Las mujeres con diabetes gestacional suelen utilizar insulina de acción rápida antes de las comidas
¿Cómo se administra la insulina?
Los diabéticos pueden inyectarse insulina o infundírsela. A medida que han avanzado los tipos de insulina, también han evolucionado los métodos de inyección. Al comienzo se utilizaban jeringas y viales de cristal, que hoy se han reemplazado por jeringas de plástico desechables.
Las formas de administrarse insulina incluyen:
- Jeringas
- Lapiceras
- Bombas de insulina
- Inhalador de insulina

La insulina inhalada se administra por medio de un inhalador oral que suministra insulina de acción ultrarrápida al comienzo de las comidas
¿Presenta efectos secundarios?
Aunque la insulina es vital para algunas personas, también puede tener efectos secundarios:
- Hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre). Es el efecto secundario más frecuente y grave, cuyos síntomas son temblores, sudoración, confusión y, en casos graves, pérdida del conocimiento.
- Aumento de peso. La insulina puede provocar un aumento de peso que puede controlarse con dieta y ejercicio.
- Reacciones en el lugar de la inyección. Puede aparecer enrojecimiento, hinchazón o picor en el lugar de la inyección.
- Resistencia a la insulina. En algunos casos, el organismo puede perder capacidad de respuesta a la insulina con el paso del tiempo.
- Reacciones alérgicas. Si bien son raras, a veces las reacciones alérgicas pueden ocurrir y se manifiestan con síntomas como erupción cutánea, dificultad para respirar o hinchazón.
- Lipodistrofia. Los cambios en el tejido adiposo en los puntos de inyección pueden afectar a la absorción de la insulina.

La insulina puede provocar un aumento de peso que puede controlarse con dieta y ejercicio
Elegir la insulina adecuada
La elección de la insulina puede depender de varios factores:
- Estilo de vida individual: horario de trabajo, patrones de comidas y niveles de actividad física.
- Patrones de glucemia: niveles de glucosa en ayunas y después de las comidas.
- Riesgo de hipoglucemia: algunas insulinas conllevan un menor riesgo de provocar un nivel bajo de glucosa en sangre.
- Edad y estado general de salud: ciertas insulinas pueden ser más adecuadas para los adultos mayores o las personas con otros problemas de salud.
- Preferencias personales: algunas personas pueden preferir las plumas de insulina a los viales o un menor número de inyecciones diarias.

Conocer los distintos tipos de insulina es un paso fundamental para controlar la diabetes con eficacia y tener calidad de vida
Día Mundial de la Diabetes 2025: insulina
Referencia
Federación Internacional de Diabetes