Revisión de las propiedades físico-químicas de la semaglutida y el impacto en la pérdida de peso, el control metabólico y su potencial en aplicaciones terapéuticas más allá de la glucemia
Lugones Editorial©
La semaglutida se indica principalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Además, gracias a sus efectos sobre la regulación del apetito y el peso corporal, se utiliza en adultos con sobrepeso u obesidad que presentan al menos una comorbilidad asociada (como hipertensión, diabetes tipo 2 o dislipidemia).
En esta revisión, los autores evaluaron la información seleccionada sobre la actividad de la semaglutida, su potencial para el tratamiento de varias enfermedades y su farmacocinética.
En esta revisión, los autores analizan información seleccionada sobre su actividad farmacológica, su farmacocinética y su potencial terapéutico en distintas enfermedades.
La semaglutida, el análogo de GLP 1 más potente disponible, no solo mejora el control glucémico, sino que también ha demostrado beneficios significativos en la pérdida de peso, lo que explica su creciente uso en estrategias de manejo del sobrepeso y la obesidad.

La semaglutida también ha mostrado el mayor porcentaje de pérdida de peso entre todos los medicamentos antiobesidad actuales
Propiedades y aplicaciones de la semaglutida
La semaglutida se indica principalmente en la diabetes tipo 2 y también se utiliza en adultos con sobrepeso u obesidad que presentan al menos una comorbilidad relacionada con el peso, como hipertensión, diabetes tipo 2 o dislipidemia.
Como agonista del receptor del GLP‑1, la semaglutida incrementa la secreción de insulina por las células β pancreáticas y suprime la liberación de glucagón por las células α. Además, reduce el hambre y los antojos, estimulando el centro de saciedad en el hipotálamo, lo que provoca pérdida de peso al disminuir la ingesta calórica con efectos mínimos sobre el gasto energético.
Está disponible en formulación oral e inyectable subcutánea. Las tabletas orales se administran una vez al día, generalmente en dosis de 7 mg o 14 mg, con una dosis inicial de 3 mg durante los primeros 30 días, y requieren separación de otros medicamentos orales para no afectar su absorción.
La forma subcutánea se administra semanalmente, en dosis de 0,5 a 1 mg para diabetes tipo 2 y hasta 2,4 mg para obesidad. La absorción y eliminación son similares entre ambas formas.
Ensayos comparativos, como SURPASS‑2, han confirmado la eficacia de la semaglutida en la reducción de peso y hemoglobina glucosilada, aunque otros medicamentos como la tirzepatida pueden lograr mayores reducciones.
La semaglutida tiene efectos secundarios, generalmente relacionados con el tracto gastrointestinal, y no altera significativamente el vaciado gástrico.

La semaglutida se usa en adultos con sobrepeso u obesidad que presentan al menos una comorbilidad relacionada con el peso, como hipertensión, diabetes tipo 2 o dislipidemia
Seguridad del tratamiento con semaglutida
- Riesgo de cáncer de tiroides
La semaglutida puede modificar ligeramente las hormonas tiroideas en pacientes obesos sin diabetes, reduciendo TSH y fT3 y aumentando fT4. Estos cambios se normalizan parcialmente tras la interrupción del tratamiento.
La incidencia de cáncer de tiroides en pacientes tratados con semaglutida es inferior al 1%, y no se observa un aumento significativo de riesgo de otros tipos de cáncer. Sin embargo, está contraindicada en pacientes con antecedentes personales o familiares de cáncer medular de tiroides.
- Sistema cardiovascular
La semaglutida muestra efectos cardioprotectores, incluyendo reducción de inflamación y estrés oxidativo en el músculo cardíaco, modulación de exosomas, inhibición de miR-155 y mejora de la función de las células progenitoras endoteliales. También disminuye la adhesión de neutrófilos, mitiga la hinchazón endotelial y favorece la angiogénesis.
Puede mejorar los síntomas de insuficiencia cardíaca, aunque aumenta ligeramente la frecuencia cardíaca (1 a 4 latidos por minuto), por lo que se recomienda monitoreo regular.
- Inflamación
Presenta propiedades antiinflamatorias al reducir la liberación de citoquinas proinflamatorias como IL-6, TNF-α e IL-1β y suprimir la activación de NF-κB, contribuyendo a la disminución de procesos inflamatorios crónicos.
- Actividad neuroprotectora
La semaglutida ejerce efectos neuroprotectores al reducir la señalización inflamatoria en el cerebro, incluyendo TLR4/STAT3, p38 MAPK, c-Jun y NF-κB p65, lo que puede mejorar la función cognitiva y proteger frente a daño cerebral durante endotoxemia o sepsis.
- Impacto sobre el páncreas
En modelos de obesidad, la semaglutida mejora la estructura y función de los islotes pancreáticos, incrementando la proliferación de células alfa y beta, reduciendo marcadores inflamatorios y mejorando la expresión de proteínas clave para la homeostasis glucémica.
- Visión
Aunque la semaglutida puede asociarse a un riesgo teórico de empeoramiento de retinopatía diabética en pacientes con enfermedad previa, estudios clínicos no han mostrado evidencia clara de progresión significativa de la retinopatía ni pérdida de visión, aunque se requiere investigación adicional.

La semaglutida actúa sobre la pérdida de peso y el control metabólico, entre otras propiedades
- Trastornos del estado de ánimo
La mayoría de los estudios indican que la semaglutida no afecta negativamente el estado de ánimo en pacientes obesos, aunque se han reportado casos aislados de irritabilidad, ansiedad o depresión que se resuelven tras interrumpir el tratamiento.
- Fertilidad
En mujeres con síndrome de ovario poliquístico, la semaglutida no solo facilita la pérdida de peso, sino que también mejora la fertilidad al reducir inflamación y fibrosis ovárica.
- Efectos secundarios
Los efectos adversos más frecuentes son gastrointestinales, incluyendo náuseas, diarrea y vómitos, con mayor incidencia a dosis más altas.
Otros eventos incluyen nasofaringitis, hipoglucemia, gastroparesia, dolor abdominal, estreñimiento y cefalea.
La semaglutida puede causar reacciones cutáneas transitorias en el sitio de inyección y, en raros casos, pancreatitis grave.
- Contraindicaciones
La semaglutida está contraindicada en el embarazo y en pacientes con antecedentes de cáncer de tiroides medular, síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2 e hipersensibilidad a la semaglutida.

Los efectos de la semaglutida sobre la glucosa en sangre y el peso corporal están asociados con una reducción del riesgo cardiovascular
Farmacocinética
La semaglutida tiene una farmacocinética predecible que permite la administración subcutánea una vez a la semana. La biodisponibilidad subcutánea es aproximadamente del 94%.
La concentración máxima se alcanza entre 33 y 36 horas tras la administración subcutánea de 1 mg, mientras que la semaglutida oral se absorbe más rápido, aunque su exposición puede variar según el tiempo de ayuno y el volumen de agua ingerido. La microcápsula de liberación mensual mantiene concentraciones terapéuticas durante un mes y reduce la liberación inicial.

La semaglutida posee un perfil farmacocinético estable y predecible, con larga vida media, permitiendo dosis semanales subcutáneas o administración oral diaria
- Distribución y metabolismo
El volumen de distribución de semaglutida subcutánea se estima en 0,102 L/kg, con aclaramiento corporal de 0,0016 L/h/kg. Se metaboliza principalmente mediante escisión proteolítica de la espina dorsal del péptido y beta-oxidación de la cadena lateral de ácidos grasos, generando varios metabolitos, siendo P4 el componente principal detectado en plasma.
La recuperación total de semaglutida y sus metabolitos es del 75,1%, con excreción principalmente en orina (53%) y en menor medida en heces (18,6%).
- Interacciones y consideraciones de administración
La semaglutida oral puede interactuar con alimentos y otros medicamentos; por ejemplo, la administración conjunta con omeprazol produjo un ligero aumento no significativo en su exposición.
La combinación con insulina basal (icodec) no altera su farmacocinética, aunque la concentración máxima de semaglutida se alcanza antes debido a la competencia por la unión a albúmina en el sitio de inyección.
Ventajas del uso de semaglutida
La semaglutida reduce eficazmente los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c) y el peso corporal en pacientes con diabetes tipo 2, con seguridad cardiovascular demostrada. También ofrece protección renal frente al daño inducido por hiperglucemia. Su versión oral representa un avance en comodidad de administración, aunque con baja biodisponibilidad. La semaglutida subcutánea permite dosis semanales sin trastornos gastrointestinales importantes.
El tratamiento contribuye a la reducción de factores de riesgo cardiovascular relacionados con la obesidad, incluyendo IMC, circunferencia de cintura y presión arterial.
Estudios adicionales muestran beneficios en complicaciones postoperatorias, esteatosis hepática y metabolismo lipídico, con efectos antiinflamatorios y protección cardíaca.

La epidemia de obesidad hace prioritario evaluar el potencial de la semaglutida en tratamientos a gran escala y en distintos subgrupos de pacientes
Desafíos a futuro
La pérdida de peso con semaglutida es menor en pacientes con diabetes tipo 2 que en personas sin diabetes, posiblemente por retención energética relativa, disfunción de células β, alteraciones en metabolismo y uso concomitante de otros fármacos. Se necesitan estudios a largo plazo y con mayor número de participantes para comprender mejor su efecto en obesidad y diabetes.
Se exploran terapias combinadas con otros agentes como tirzepatida o cagrilintida para mejorar la eficacia. Además, la relación de la semaglutida con la función tiroidea y su impacto neuroendocrino requiere investigaciones adicionales.
Conclusiones
Los agonistas del receptor GLP-1, como la semaglutida, representan una opción clave en el tratamiento de la diabetes tipo 2, mejorando la secreción de insulina, suprimiendo la liberación de glucagón y contribuyendo a la reducción de peso y riesgo cardiovascular.
Está disponible en formas oral e inyectable, y destaca por ser el fármaco antiobesidad con mayor porcentaje de pérdida de peso reportado hasta la fecha.
A pesar de los efectos adversos gastrointestinales frecuentes, la semaglutida mantiene una alta eficacia tanto en el control glucémico como en la pérdida de peso, consolidándose como una herramienta terapéutica relevante para la diabetes y la obesidad.

La semaglutida mantiene una alta eficacia tanto en el control glucémico como en la pérdida de peso, consolidándose como una herramienta terapéutica relevante para la diabetes y la obesidad
Semaglutida: beneficios para la pérdida de peso
Fuente
Wasilewska B, Petruczynik A. Semaglutide: properties, action and chromatographic analysis. J Diabetes Metab Disord 2025;24.








