“Abordaje de la persona con obesidad y diabetes tipo 2” será otro de los simposios del Congreso Diabetes 2024, que se realizará el 24 de octubre en Mendoza
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Del 24 al 26 de octubre, en Mendoza, se llevará a cabo el Congreso Diabetes 2024 donde se abordarán todas las temáticas relacionadas con la diabetes y las ramas afines.
El simposio “Abordaje de la persona con obesidad y diabetes mellitus tipo 2” se realizará el jueves 24, de 8:30 a 9:30 h, en el Gran Salón del Sol D+E, con la coordinación de la Dra. Natalia Nachón y la asistencia de la Dra. Jacqueline Castillo como Secretaria. En esta oportunidad, tomarán la palabra las Dras. Juliana Mociulsky y María Yuma, y el Dr. Ricardo Cohen.
El sesgo del peso en el diagnóstico y tratamiento de la obesidad
Dra. Juliana Mociulsky
El sesgo del peso se refiere a prejuicios, estereotipos y actitudes abiertamente negativas hacia las personas que viven con sobrepeso u obesidad, y que puede expresarse de forma explícita o implícita y también internalizada. El sesgo del peso explícito incluye suposiciones de que las personas que viven con obesidad son perezosas, carecen de autodisciplina o fuerza de voluntad y no cumplen con el tratamiento médico. Puede manifestarse de diferentes maneras y en distintos ámbitos: discriminación en ámbitos escolares y laborales, estigmatización social y autopercepción negativa.
Distintos estudios reportan que los profesionales de la salud también pueden tener prejuicios que afectan la calidad de la atención que brindan a los pacientes con obesidad, incluyendo la falta de diagnóstico y tratamiento. Además, una revisión sistemática de 33 estudios encontró que el estigma del peso se correlaciona positivamente con la obesidad, el riesgo de diabetes, el nivel de cortisol, el nivel de estrés oxidativo, el nivel de proteína C reactiva, los trastornos alimentarios, la depresión, la ansiedad y la insatisfacción con la imagen corporal.
Por otro lado, la internalización del estigma del peso se refiere a actitudes y pensamientos sobre la propia persona, en el cual se adopta y se actúa como si la creencia sobre la falta de voluntad para hacer frente a una enfermedad fuera cierta, llevando a consecuencias en los pensamientos, actitudes, búsqueda de tratamiento y en la conducta alimentaria.
La manera en que se utiliza el lenguaje en referencia a la obesidad influye sobre el sesgo del peso y por eso se ha destacado en distintas guías de tratamiento promoviendo el lenguaje “la persona antes que la enfermedad”. Sin embargo, los fármacos para la obesidad continúan nombrándose y aprobándose por las entidades regulatorias como “fármacos para el descenso de peso”, promoviendo un enfoque peso-céntrico y reduccionista sobre la naturaleza multifactorial de la obesidad y la necesidad de un abordaje efectivo. En este punto, es importante que los fármacos comiencen a nombrarse y aprobarse como “fármacos para el tratamiento de la obesidad o drogas antiobesidad”, y así jerarquizar el tratamiento de una enfermedad compleja y multifactorial.
“Es importante que los fármacos comiencen a nombrarse y aprobarse como ‘fármacos para el tratamiento de la obesidad o drogas antiobesidad’”, propone la Dra. Juliana Mociulsky
Impacto cardiometabólico de las nuevas drogas
Dra. María Yuma
La obesidad es una condición clave, base de enfermedades metabólicas, cardiovasculares y renales, y partícipe principal en la fisiopatología de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y sus complicaciones. Las alteraciones metabólicas que conducen a la hiperglucemia suelen estar presentes décadas antes del diagnóstico de DM2, y se caracterizan por un aumento de peso, adiposidad central y resistencia a la insulina.
Existe evidencia de que la pérdida del 5% al 10% del peso corporal total se asocia con una reducción en el riesgo de complicaciones metabólicas y mecánicas. Sin embargo, el impacto en las complicaciones cardiovasculares se observa con una reducción mayor al 15%. La incorporación de nuevas moléculas, como los agonistas de acción prolongada del receptor del péptido 1 similar al glucagón (AR-GLP1) y los coagonistas de los receptores de GLP-1 y el polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP), establecieron un cambio significativo en el tratamiento de la obesidad, la DM y las complicaciones relacionadas.
A nivel cardiovascular, los AR-GLP1 liraglutida 1,8 mg (LEADER) y semaglutida 1 mg (SUSTAIN-6) demostraron una reducción en la tasa de muerte por causas cardiovasculares, infarto de miocardio no mortal y accidente cerebrovascular no mortal (MACE) en las personas con DM2.
En relación a la progresión de la insuficiencia renal en personas con DM2 y ERC, los resultados del estudio FLOW demostraron una reducción del 24% en el grupo tratado con semaglutida 1 mg en el resultado compuesto por criterios de valoración renal y cardiovascular. En personas con obesidad y enfermedad cardiovascular establecida sin DM2, semaglutida 2,4 mg mostró una reducción del 20% de MACE (SELECT) y evidenció ser una opción útil para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca (IC) con fracción de eyección preservada del ventrículo izquierdo (FEpVI) en personas con obesidad y DM2 (STEP HFpEF DM) y sin DM2 (STEP HFpEF), reduciendo las limitaciones físicas y los síntomas relacionados con la IC.
Con respecto a tirzepatida, un coagonista del receptor de GLP-1 y GIP, la valoración de la seguridad de esta droga en DM2 y enfermedad aterosclerótica establecida, se encuentra en desarrollo en el ensayo SURPASS-CVOT. El futuro llegó de la mano de nuevas moléculas para el tratamiento de la obesidad y la DM2 y, como resultado, una reducción de las complicaciones cardiorrenales y hepáticas, y una excelente oportunidad para la intervención farmacológica.
“El futuro llegó de la mano de nuevas moléculas para el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2”, adelanta la Dra. María Yuma
Congreso Diabetes 2024: obesidad y diabetes
Referencia: 25º Congreso Argentino de Diabetes