El simposio “Diabetes mellitus tipo 2 en pediatría” se realizará el viernes 25 de octubre, en Mendoza, en el Congreso Diabetes 2024
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El segundo simposio del viernes 25 de octubre lo coordinará la Dra. Mabel Ferraro junto con la Dra. Adriana Roussos como Secretaria, y tratará sobre “Diabetes mellitus tipo 2 en pediatría”. El encuentro será en Mendoza, en el Gran Salón del Sol C, de 9:00 a 11:00 h, en el Congreso Diabetes 2024.
¿Está aumentando en Argentina?
Dra. Laura Gaete
La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) era considerada una patología del adulto. En la actualidad, quizás consecuencia de la epidemia de la obesidad, de la inactividad física y de los hábitos sedentarios, parece presentar un incremento a nivel mundial a edades cada vez menores.
La Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS 2018) dejó en evidencia que en nuestro país el 41% de los niños, niñas y adolescentes (NNyA), de entre 5 a 17 años, presentó exceso de peso (prevalencia de sobrepeso 20,7% y de obesidad 20,4%). Al mismo tiempo, la encuesta mundial de inactividad física de 2019 indicó que el 81% de los NNyA de entre 11 y 17 años no cumplía con los requerimientos diarios de actividad física recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en tanto la última encuesta mundial de salud escolar evidenció que más del 55% de los adolescentes presentó hábitos sedentarios.
Las publicaciones recientes indican que las tasas de prevalencia más elevadas de DM2 en jóvenes se encontraron en Brasil (33 por 1000), México (4 por 1.000), la población originaria de EE.UU. y Canadá, y la población afroamericana en EE.UU., mientras que las más bajas se reportaron en Dinamarca (0,6 por 100.000), Inglaterra y Gales (2,9 por 100.000).
En Argentina no contamos con un registro de la prevalencia de DM2 en NNyA, pero los datos que surgen de centros pediátricos de referencia parecen indicar una tendencia ascendente. La forma de presentación de la DM2 en esta población es muy amplia, desde descompensaciones severas en cetoacidosis hasta formas compensadas diagnosticadas por una prueba oral de tolerancia a la glucosa (POTG).
En ocasiones estos pacientes ya presentan complicaciones y/o comorbilidades al momento del diagnóstico. Comparados con adultos con DM2, los jóvenes tienen una trayectoria glucémica más adversa. Los factores de riesgo personales y familiares suelen estar presentes en la población pediátrica.
Es importante identificar en forma precoz a los NNyA con estos factores de riesgo para realizar una intervención de prevención o de detección y tratamiento temprano. La presencia de comorbilidades y/o complicaciones al diagnóstico podría impactar en forma negativa en el pronóstico, incluso afectar la calidad de vida de estos pacientes.
“La diabetes tipo 2 era considerada una patología del adulto, en la actualidad, parece presentar un incremento a nivel mundial a edades cada vez menores”, reflexiona la Dra. Laura Gaete
Hígado graso en pediatría
Dra. Carol Lezama
El hígado graso metabólico (metabolic dysfunction–associated steatotic liver disease, MASLD), como se define en la actualidad, es la causa de enfermedad hepática crónica más frecuente en niños en todo el mundo, constituyendo un grave problema desde la perspectiva de la salud pública. Los hábitos actuales de nuestra población, como el sedentarismo, las horas frente a las pantallas, la inadecuada actividad física y la dieta de alto valor calórico y de composición desequilibrada, juegan un rol protagónico como disparadores de un mecanismo genéticamente condicionado.
Se define MASLD como la presencia de esteatosis macrovacuolar en más del 5% de los hepatocitos en ausencia de otras entidades que producen hígado graso. El espectro de la enfermedad abarca la esteatosis simple, la esteatohepatitis, y en pacientes predispuestos el desarrollo de cirrosis y sus complicaciones. En niños, se estima una prevalencia global de 1-3% en la población occidental, y hasta un 38% en la población de niños obesos; sin embargo, un 5% de los pacientes presenta un IMC normal.
Existe una correlación con el aumento de la prevalencia de obesidad y sobrepeso en niños. La fisiopatología no está del todo establecida. La expansión del tejido adiposo visceral, con aumento y desequilibrio del metabolismo de los ácidos grasos libres y la glucosa serían responsables de la inflamación asociada a MASLD, favorecida por factores genéticos, epigenéticos y ambientales. La iniciación de la cascada fibrogénica podría estar desencadenada por la activación y proliferación de la célula estelar, productora de colágeno por excelencia. El espectro de esta lesión abarca desde la fibrosis leve hasta la cirrosis.
Los niños con MASLD se presentan en su mayoría con obesidad o sobrepeso, y la acantosis es un hallazgo frecuente. El hepatograma suele ser normal o con leve aumento de las transaminasas (GPT>GOT) y con frecuencia el perfil lipídico está alterado. La ecografía es el primer estudio de imágenes a realizar y es la que sugiere el diagnóstico, aunque el diagnóstico de certeza solo se establece por biopsia hepática.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los pacientes con MASLD son obesos, la pérdida de peso gradual y el ejercicio aeróbico son los únicos tratamientos recomendados con resultados comprobados (mejoría de los niveles de transaminasas y del compromiso histológico). Otras medidas terapéuticas estarían dirigidas al tratamiento de algún componente del síndrome metabólico.
El hígado graso es una entidad que evidencia la desigualdad social; nuestros esfuerzos deben dirigirse a su reconocimiento y tratamiento, entendiendo que la enfermedad avanzada puede presentarse a temprana edad, pero también a generar conciencia en nuestra población de la situación actual y los riesgos que conlleva.
“Los niños con MASLD se presentan en su mayoría con obesidad o sobrepeso, y la acantosis es un hallazgo frecuente”, explica la Dra. Carol Lezama
Barreras en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 en pediatría: ¿cómo abordarlas?
Lic. Mónica García Barthe
En tanto enfermedad crónica no transmisible, la diabetes mellitus (DM) requiere un acompañamiento permanente por parte del equipo de salud y cambios en hábitos de vida del paciente, ya que es una condición con la que el paciente convive y que atraviesa su cotidianeidad. En el caso del paciente pediátrico, esto implica la educación tanto del paciente como de su entorno familiar, puesto que la atención del paciente pediátrico requiere indefectiblemente la consideración de los adultos cuidadores a su cargo. En la atención de esta compleja patología, es posible identificar distintas barreras que obstaculizan o impiden su adecuado tratamiento.
¿Cómo abordar la educación del paciente cuando la familia no cumple las indicaciones, no modifica hábitos de vida o no promueve la actividad física? En primer lugar, es fundamental contar con un equipo de salud interdisciplinario. Los abordajes de patologías complejas requieren el aporte de varias disciplinas. La conformación interdisciplinaria del equipo disminuye las barreras en la comunicación, ya que permite el aporte de diversos puntos de vista y colabora en esta co-construcción de hábitos saludables.
En segundo lugar, el apoyo socio-comunitario es importante, pues es el contexto que acompaña al paciente en su vida cotidiana; talleres de cocina saludable, grupos de ejercicios y compartir las comidas son actividades valoradas por los pacientes adultos. De la misma manera, podemos incentivar a las familias de niños y niñas diabéticos a participar de alguna actividad de este tipo y articular con la escuela a la que concurre el niño o niña para realizar alguna de estas actividades.
Finalmente, un factor clave en el autocuidado es la autorresponsabilidad, algo que en el tratamiento del paciente pediátrico pone en evidencia el papel fundamental de la familia o los adultos cuidadores. El paciente con DM tiene que hacerse cargo de su enfermedad, sobre todo si fue diagnosticada en la niñez, lo cual implica apropiarse de las prácticas de cuidado que en su infancia le prodigaban los adultos.
Es positivo entonces tomar una perspectiva desde la lógica de los cuidados en vez de enfocarnos en la enfermedad. Lo importante es modificar nuestro punto de vista, desplazándolo desde la DM como enfermedad hacia su reconocimiento como padecimiento o sufrimiento, situándonos desde la experiencia de cómo las personas con DM viven esta afección.
La Lic. Mónica García Barthe considera que “un factor clave en el autocuidado es la autorresponsabilidad, algo que en el tratamiento del paciente pediátrico pone en evidencia el papel fundamental de la familia o los adultos cuidadores”
Congreso Diabetes 2024: diabetes y pediatría
Referencia: 25º Congreso Argentino de Diabetes