El daño producido por la diabetes en los nervios y los vasos sanguíneos provoca el pie diabético. En el Día Mundial de la Diabetes les contamos de qué se trata
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
Uno de los problemas más frecuentes y peligrosos que puede generar la diabetes es el pie diabético: una afección compleja que se desarrolla en los pies como consecuencia del daño producido por la enfermedad en los nervios y los vasos sanguíneos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pie diabético se define como la infección, ulceración y/o destrucción de tejidos profundos, asociado a neuropatía y a diferentes grados de enfermedad vascular periférica en miembros inferiores. Se estima que entre el 5 y 25% de la población diabética desarrollará una lesión de pie en algún momento de su vida.

El pie diabético es una de las causas más comunes de hospitalización y amputación no traumática
¿Cuáles son las causas del pie diabético?
Las principales causas son:
- Neuropatía diabética. La diabetes prolongada y mal controlada puede dañar los nervios, especialmente en los pies, y provocar pérdida de sensibilidad, con lo cual una persona puede lastimarse sin darse cuenta y no sentir dolor.
- Problemas de circulación. La diabetes también puede dañar los vasos sanguíneos, disminuyendo el flujo de sangre hacia los pies. Esto dificulta la cicatrización de heridas y favorece la aparición de infecciones.
- Infecciones. Una herida que no se siente ni se cura adecuadamente puede infectarse. La infección, en el contexto de un sistema inmunológico debilitado por la diabetes, puede avanzar rápidamente y afectar los tejidos más profundos.
¿A qué hay que prestar atención?
Los signos de alerta más comunes que pueden indicar un pie diabético son:
- Hormigueo, ardor o pérdida de sensibilidad en los pies.
- Cambios en la temperatura o el color de la piel.
- Presencia de callos, ampollas, heridas o úlceras que no cicatrizan.
- Inflamación, enrojecimiento o dolor.
- Secreciones con mal olor o fiebre que podrían indicar infección.
Es importante destacar que una persona con neuropatía puede no sentir dolor, incluso en presencia de lesiones graves. Por eso, la observación diaria de los pies es clave.

Los profesionales de la salud utilizan distintas clasificaciones para evaluar el estado del pie diabético y decidir el tratamiento adecuado
¿Puede prevenirse?
En la mayoría de los casos, el pie diabético puede prevenirse. Para ello hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Controlar la diabetes adecuadamente. Es clave mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de los valores recomendados.
- Revisar los pies todos los días. La revisación es fundamental para encontrar heridas, enrojecimientos, ampollas, grietas o cambios de color.
- Higiene. Los pies deben lavarse a diario con agua tibia y jabón suave, y secarlos bien especialmente entre los dedos.

Dado que la neuropatía no genera dolor, incluso ante lesiones graves, es vital la revisación diaria de los pies
- Corte de uñas. Hay que cortar las uñas de los pies de forma recta y no muy cortas, con cuidado de no lastimarse.
- Calzado. Para evitar el pie diabético, debe usarse calzado cómodo y cerrado, que no genere roces ni puntos de presión. Nunca caminar descalzo.
- Factores de riesgo. Se requiere controlar factores de riesgo como hipertensión, dislipidemia y tabaquismo.
- Síntomas. Las personas con diabetes deben vigilar/monitorear signos de alarma como dolor, enrojecimiento, hinchazón o secreción.

Hay que consultar con el médico o podólogo ante cualquier lesión, por pequeña que parezca
¿Cómo es su tratamiento?
El tratamiento del pie diabético depende del grado de la lesión y debe realizarlo un equipo multidisciplinario que incluya médicos clínicos, diabetólogos, enfermeros, podólogos, traumatólogos y cirujanos.
- En los casos leves, las curaciones, los antibióticos y el control de la glucosa alcanzan para tratar esta patología.
- Cuando hay infecciones más profundas o compromiso de tejidos, puede ser necesario realizar cirugías menores o mayores.
- En los casos más graves, donde hay gangrena o riesgo de sepsis, puede requerirse amputación parcial o total del pie.
En este sentido, los profesionales siempre destacan la importancia del tratamiento precoz dado que cuanto antes se detecte una lesión, mayor será la posibilidad de curarla sin secuelas.
Si bien el pie diabético es una complicación seria, con un buen control de la diabetes, revisiones regulares de los pies y una atención médica oportuna en la mayoría de los casos puede prevenirse o tratarse a tiempo. La clave está en la educación, el autocuidado y la consulta médica ante el menor signo de alarma.
Asimismo, vale aclarar que no todas las personas con diabetes padecen esta afección, pero sí todos los pacientes diabéticos deben saber acerca de la importancia del control y el cuidado riguroso de sus pies para prevenirla.

Para su prevención, la clave está en la educación, el autocuidado y la consulta médica ante el menor signo de alarma
Día Mundial de la Diabetes 2025: pie diabético
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