La diabetes y la obesidad se encuentran íntimamente vinculadas. Diversos estudios señalan que el 80% de los diabéticos presenta algún grado de sobrepeso u obesidad, asociación conocida como “diabesidad”
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y la diabetes se han convertido en una pandemia. Para comprender el mecanismo de ambas y su interacción, conviene mencionar en primer lugar en qué consiste la obesidad. Se define como “una enfermedad crónica multifactorial, donde los factores genéticos (antecedentes familiares de obesidad) y ambientales (sedentarismo, comidas ricas en grasas y calorías) se encuentran íntimamente relacionados”, manifiesta la Dra. Carla Musso, Médica Endocrinóloga del Servicio de Diabetes de la Fundación Favaloro, Médica de Planta de la Unidad Asistencial “César Milstein”.
En este sentido, la obesidad es un exceso de grasa corporal acompañado de un incremento de peso. “En este cuadro se asocian trastornos mecánicos, riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, metabólicas y cáncer. La elevada prevalencia de esta patología también conlleva un aumento de las patologías asociadas al colesterol elevado, diabetes, desórdenes respiratorios, litiasis vesicular, cirrosis y gota, incluso enfermedades articulares como artrosis de rodilla y de cadera. Algunos tipos de cáncer (de colon, útero y ovarios) son más frecuentes en las personas obesas”.
La elevada prevalencia de la obesidad conlleva un aumento de las patologías asociadas al colesterol elevado, diabetes, desórdenes respiratorios, litiasis vesicular, cirrosis y gota, incluso enfermedades articulares
Asimismo, la Dra. Musso agrega que la obesidad se asocia a enfermedades de origen psicológico como depresión, falta de autoestima, ansiedad y tendencia al aislamiento.
Luego de definir la obesidad, es preciso conocer cómo se clasifica. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula al dividir el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso, mientras que si es igual o superior a 30, obesidad.
La obesidad se asocia también a enfermedades de origen psicológico como depresión, falta de autoestima, ansiedad y tendencia al aislamiento
La nueva “diabesidad”
Como se mencionó anteriormente, dado que la obesidad y la diabetes se encuentran íntimamente relacionadas, se las considera “epidemias mellizas”. El 80% de las personas con diabetes presenta algún grado de sobrepeso u obesidad; por ende, a esta asociación se la conoce como “diabesidad”.
“La diabetes tipo 2 se asocia a obesidad, dado que esta última actuaría como ‘un efecto gatillo’ para aquellas personas que, además de obesidad, poseen algún otro factor de riesgo para desarrollar diabetes”, aclara la entrevistada.
Si bien en la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 el sobrepeso o la obesidad están presentes, existe un grupo que, por determinadas características genéticas, se presenta con normopeso. “Asimismo en otros pacientes adultos que poseen normopeso y son diabéticos tipo 1, la enfermedad se desencadena en la adultez; esta situación se denomina LADA (latent autoimmune diabetes of adults) y sería equivalente a la diabetes tipo 1 que se desarrolla en los niños y jóvenes”, comenta la Dra. Musso.
La diabetes tipo 2 se asocia a obesidad, dado que esta última actuaría como “un efecto gatillo” para aquellas personas que, además de obesidad, poseen algún otro factor de riesgo para desarrollar diabetes
Conciencia ante la pandemia
La obesidad y la diabetes se han convertido en una pandemia mundial, por lo cual es preciso tomar conciencia de esta realidad. “Conocer las enfermedades asociadas a ambas ayuda a comprometerse para cambiar hábitos de vida y mejorar la alimentación al elegir productos saludables y realizar actividad física en la vida cotidiana”, recomienda la Dra. Musso, y agrega que “para modificar costumbres, hay que integrar a los pacientes a grupos terapéuticos con pares guiados por un profesional de la salud con el fin de lograr la contención y la adherencia necesarias para cumplir las indicaciones médicas a largo plazo”.
Por ende, dada su cronicidad, las estrategias terapéuticas del sobrepeso y la obesidad requieren de un abordaje persistente en el tiempo. “Precisamente por esta razón, el tratamiento no es una tarea sencilla y representa un enorme desafío para el médico y el paciente, y necesita de un grupo interdisciplinario para alcanzar las metas. Las soluciones son complejas porque demandan del compromiso de entidades nacionales como los Ministerios de Salud y Educación para desarrollar programas de alimentación saludable y actividad física”.
La obesidad y la diabetes se han convertido en una pandemia mundial, por lo cual es preciso tomar conciencia de esta realidad