Las definiciones precisas, los criterios diagnósticos y la terminología para referirse al fibroxantoma atípico y al sarcoma pleomórfico dérmico son un constante debate dentro de las neoplasias de la piel
Sello Editorial Lugones©
Revista Dermatología Argentina
- Estefanía Romera, Hospital Británico de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
- Carla Minaudo, Hospital Británico de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
- Félix Vigovich, Hospital Británico de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
La relación entre el fibroxantoma atípico y el sarcoma pleomórfico dérmico sigue en discusión hasta nuestros días. Los dos son tumores de la piel que se presentan en pacientes añosos, con pieles con importante fotodaño, más comunes en cabeza y cuello. En ambos la histopatología muestra distintas proporciones de células epiteloides, fusiformes y gigantes multinucleadas con núcleos pleomórficos. El diagnóstico es de exclusión mediante un amplio panel de inmunohistoquímica. El fibroxantoma atípico es un tumor de bordes bien definidos, no infiltra tejidos profundos, no invade tejido linfovascular o perineural, y hay ausencia de necrosis tumoral, lo que lo distingue del sarcoma pleomórfico dérmico.
En pocas palabras: estos tumores comparten características clínicas, epidemiológicas y tienen alto grado de superposición histopatológica e inmunohistoquímica, pero tienen distinta capacidad invasora y metastásica. Por ello se ha fomentado la clasificación del fibroxantoma atípico y el sarcoma pleomórfico dérmico como una misma entidad con distintos grados de malignidad, realidad aceptada en las publicaciones científicas más actuales.
El objetivo del trabajo “Fibroxantoma atípico y sarcoma pleomórfico dérmico: distintos grados de malignidad de una misma entidad” es comentar las últimas actualizaciones que se presentaron en la literatura para definir a esta entidad.