Acné: pacientes mal tratados

Lugones Editorial

Acné: pacientes mal tratados3

Estudio que analiza pacientes con acné tratados con antibióticos sistémicos en contra de las directrices de la práctica clínica

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El acné es una enfermedad inflamatoria crónica que involucra al folículo pilosebáceo. Su tratamiento farmacológico implica medicamentos tópicos y sistémicos, pero un grupo heterogéneo de medicamentos puede exacerbar o inducir lesiones en la piel. 

Acné: pacientes mal tratados

Se estima que entre el 80 y el 90% de los adolescentes y adultos jóvenes tienen la enfermedad, y hasta en el 5% puede persistir hasta la adultez

Contexto

El acné es una enfermedad dermatológica inflamatoria muy común en adolescentes y adultos jóvenes. Se estima que entre el 80 y el 90% de las personas de este grupo de edad tienen la enfermedad, y hasta en el 5% puede persistir hasta la edad adulta. Debido a su curso prolongado y debido a que los períodos de remisión y recaída son comunes, debe considerarse una enfermedad crónica.

Tiene un impacto significativo en la calidad de vida y se asocia con problemas de salud física y mental, y puede afectar las relaciones sociales.

El tratamiento se basa en medicamentos tópicos y sistémicos que actúan sobre algunos de los factores fisiopatológicos responsables del acné, incluidos los retinoides, los anticonceptivos hormonales combinados y la espironolactona, entre otros. Sin embargo, para ser efectivos, deben usarse regularmente, y la estrategia de manejo depende de la gravedad de la enfermedad.

Varios medicamentos se asocian con el desencadenamiento o exacerbación de lesiones en la piel en pacientes con acné, y se han clasificado en tres categorías de acuerdo con su capacidad para inducir el acné: 

  • Medicamentos con una relación incuestionable, que incluyen corticosteroides, andrógenos, cloroquina, isoniazida y litio, entre otros. 
  • Medicamentos con una relación causal considerable, pero con evidencia insuficiente, que incluyen ciclosporina, vitamina B12, barbitúricos, azatioprina, quinidina, antidepresivos tricíclicos y tacrolimus, entre otros.
  • Medicamentos que ocasionalmente se informa que tienen una asociación con el acné, incluidas las vitaminas B1 y B6, propiltiouracil, voriconazol, rifampicina y etambutol, entre otros.

Las lesiones cutáneas resultantes de estos medicamentos son por lo general, refractario a la terapia convencional para el acné, pero desaparece con la interrupción del medicamento inductor. Sin embargo, cuando se debe continuar con el medicamento, se recomienda abordar las reacciones adversas con el tratamiento convencional para el acné vulgar.

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Su tratamiento farmacológico implica medicamentos tópicos y sistémicos, pero un grupo heterogéneo de medicamentos puede exacerbar o inducir lesiones en la piel

Objetivos

Identificar el manejo farmacológico y los medicamentos relacionados con la exacerbación de las lesiones cutáneas en pacientes diagnosticados con acné.

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El personal sanitario, académico y científico debe reflexionar del tratamiento farmacológico y los riesgos a los que se enfrentan sus pacientes

Resultados

Se identificó un total de 21.604 pacientes con acné. El tratamiento incluyó principalmente antibióticos (el 79,9% de los pacientes), especialmente la doxiciclina (66,0%) y los retinoides (55,7%). Un total del 17,2% de los pacientes tenía recetas potencialmente inapropiadas, predominantemente progestágenos con propiedades androgénicas (8,9%). Las mujeres y los pacientes con patologías como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide tenían más probabilidades de recibir recetas inapropiadas, y el riesgo aumentó con cada año de vida.

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Algunos pacientes con acné sin tratados excesivamente con antibióticos sistémicos en contra de las directrices de la práctica clínica

Conclusiones 

Este estudio determinó los tratamientos farmacológicos recetados para los pacientes diagnosticados con acné e identificó recetas potencialmente inapropiadas que pueden estar asociadas con la exacerbación de lesiones dermatológicas. Es probable que muchas de las recetas de antibióticos sistémicos para el acné fueran inadecuadas ya que el acné leve es la forma más común de acné, y la terapia antimicrobiana sistémica no está indicada para este caso. 

Los corticosteroides sistémicos fueron el segundo grupo farmacológico recetado con más frecuencia entre las recetas potencialmente inapropiadas. 

De este modo, los autores concluyen que es probable que algunos pacientes con acné sean tratados excesivamente con antibióticos sistémicos en contra de las directrices de la práctica clínica. Aproximadamente una quinta parte de los pacientes reciben algún medicamento potencialmente inapropiado que podría exacerbar sus lesiones cutáneas; algunos de estos medicamentos, como corticosteroides, inmunosupresores o medicamentos modificadores de enfermedades reumáticas, no se pueden retirar en pacientes con patologías reumatológicas, pero los progestágenos androgénicos deben evitarse en favor de aquellos con propiedades antiandrogénicas.

Estos hallazgos pueden ayudar al personal sanitario, académico y científico en la toma de decisiones con respecto del tratamiento farmacológico y los riesgos a los que se enfrentan sus pacientes.

Fuente

Valladales-Restrepo LF, Serna-Echeverri LS, Franco-Ramírez JD, et al. Pharmacological management and ootentially inappropriate prescriptions for patients with acne. J Clin Aesthet Dermatol. 2024;17(6):43-49.