La artritis reumatoide causa una discapacidad laboral significativa porque afecta la capacidad de trabajo, agravando los problemas de salud física y mental
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La artritis reumatoide causa una discapacidad laboral significativa. Los estudios sobre este tema con frecuencia no incluyen información contextual importante, como el tipo de empleo. Los autores se propusieron explorar la participación en el trabajo, por género y tipo de ocupación en la artritis reumatoide temprana.
La importancia de trabajar
Para la mayoría de las personas, el trabajo es una parte muy importante de la vida: define el estatus en la sociedad, da propósito y significado, crea autoestima, facilita la independencia financiera, y permite a las personas apoyar a los dependientes. El trabajo se asocia con una mejor salud física y mental que el desempleo.
La no participación en el trabajo se puede medir ampliamente de tres maneras: ausentismo, presentismo y discapacidad laboral. Anteriormente, se ha demostrado que la artritis reumatoide (AR) causaba una discapacidad laboral sustancial: los primeros estudios sugirieron que, entre las personas con empleo remunerado antes de un diagnóstico de AR, el 10% quedó discapacitado para trabajar en 12 meses, aumentando al 90% después de 30 años. Después de ser diagnosticados, el 50% de los pacientes finalmente no pudieron trabajar debido a su AR, cuando se hicieron un seguimiento durante varias décadas.
Se ha encontrado que la carga de la discapacidad laboral es alta en el primer año después del diagnóstico de la AR, lo que puede reflejar retrasos en la derivación a reumatólogos, el diagnóstico o el tratamiento.
La discapacidad laboral es alta en el primer año después del diagnóstico de la artritis reumatoide, lo que puede reflejar retrasos en la derivación a reumatólogos, el diagnóstico o el tratamiento
Resultados
En total, 12.473 personas recibieron un diagnóstico de AR y reportaron su situación laboral, entre las cuales 5.999 (47%) tenían un trabajo remunerado durante al menos 20 horas a la semana. En el momento del diagnóstico, la cohorte trabajadora tenía medidas estadísticamente significativas más bajas de la actividad de la enfermedad (P<0,001). Los datos ocupacionales estaban disponibles para 3694 personas. En el momento del diagnóstico, 2793 completaron un WPAI; 200 (7,2%) habían dejado de trabajar y 344 (12,3%) cambiaron de trabajo debido a los síntomas de la AR. Hubo una alta carga de ausentismo (30%) y presentismo (40%).
En comparación con los trabajadores gerenciales o profesionales, la carga de la discapacidad laboral era mayor entre aquellos en ocupaciones rutinarias (manuales). Durante el seguimiento, el 9,4 % de los que completan WPAI dejaron de trabajar y el 14,6% cambió de rol. El abandono laboral se produjo casi en su totalidad entre las personas que hacen trabajos rutinarios.
La artritis reumatoide afecta a la capacidad de los pacientes para trabajar, agravando los problemas de salud física y mental
Discusión
Este análisis describe el estado ocupacional de los pacientes con AR en el momento de la presentación y durante 12 meses de seguimiento. A pesar del desarrollo de estándares para la derivación rápida después del inicio de los síntomas y una duración media de los síntomas de 3 meses, en el momento del diagnóstico el 19% de los pacientes había dejado de trabajar o había cambiado de trabajo debido a la AR, mientras que el 30% informó haber tenido que tomarse un tiempo libre del trabajo debido a la AR.
Como era de esperar, quienes tenían un trabajo remunerado presentaban características clínicas menos graves y un menor impacto funcional a causa de su AR. Hasta ahora no se había informado de incapacidad laboral previa al diagnóstico en cohortes del Reino Unido.
Las diferencias según la clasificación ocupacional fueron evidentes: en comparación con las personas que trabajaban como gerentes superiores, administradores o profesionales, las personas que lo hacían en pequeñas empresas o por cuenta propia, tenían más probabilidades de haber dejado de trabajar al inicio del estudio y de informar presentismo y deterioro laboral general, pero no ausentismo. Las tasas de abandono del trabajo debido a AR siguieron siendo más altas en estos mismos grupos ocupacionales durante 12 meses de seguimiento, en comparación con el grupo de “gerentes superiores, administrativos o profesionales”. En general, el presentismo y el deterioro laboral general mejoraron longitudinalmente.
Si el trabajo requiere levantamiento pesado, realización de tareas manuales, arrodillarse o sentarse prolongadamente, la persona con artritis experimentará mayores dificultades
Los hallazgos de este trabajo no sorprenden. Ya se había descubierto que el empleo “manual” o “cuello azul” se ha asociado con la discapacidad laboral en el pasado. Claramente, si el trabajo requiere levantamiento pesado, realización de tareas manuales que demandan agarre o presión, arrodillarse/en cuclillas o sentarse prolongadamente, con algunos tipos de AR, esa persona experimentará más dificultades que alguien que hace un trabajo diferente.
Es importante que los reumatólogos tengan este conocimiento específico si van a proporcionar asesoramiento profesional relevante. Los pacientes enfatizan la importancia del trabajo, por lo que la señalización por parte de los médicos y/o terapeutas ocupacionales para el apoyo será esencial, dado que dentro de los 2-3 años posteriores al diagnóstico, ciertos trabajos pueden ser imposibles para muchas personas con AR.
Es fundamental que el equipo de reumatología pregunte a los pacientes con AR temprana sobre su trabajo. La intervención temprana es crucial para quienes padecen enfermedades reumáticas, ya que se reconoce que la ausencia prolongada por enfermedad reduce las posibilidades de volver a trabajar, en particular cuando una persona no ha trabajado durante más de 6 a 12 meses.
En comparación con los trabajadores gerenciales o profesionales, la carga de la discapacidad laboral era mayor entre aquellos en ocupaciones rutinarias (manuales)
Los autores destacan que la carga sobre la capacidad de trabajo se siente más entre las personas con mayor desventaja socioeconómica. Quienes viven en áreas más desfavorecidas, tienen niveles más altos de actividad de la enfermedad longitudinalmente, y los análisis actuales sugieren que la discapacidad laboral agravará aún más esta privación. El desempleo debido a la enfermedad solo servirá para ampliar la desigualdad, imponiendo una mayor carga sobre las personas menos capaces de soportarla.
Hubo diferencias sutiles en la discapacidad laboral entre los pacientes masculinos y femeninos; las mujeres tenían menos probabilidades de dejar de trabajar, pero informaron de un mayor impacto de los síntomas de la AR en la productividad laboral. Las inconsistencias en la literatura sobre la discapacidad laboral por género pueden explicarse en parte por las diferencias en el tipo de ocupación y las demandas.
Dentro de los 2-3 años posteriores al diagnóstico, ciertos trabajos pueden ser imposibles para muchas personas con artritis
Conclusiones
En resumen, los impactos de la AR temprana en el trabajo se pueden medir muy temprano y son desiguales. La capacidad de trabajo mejora cuando los síntomas y la actividad de la enfermedad están bien controlados. En general, la discapacidad laboral y el presentismo se reducen en los primeros 12 meses después del diagnóstico. Las personas con ocupaciones más rutinarias (manuales) tienen más probabilidades de dejar de trabajar o cambiar de trabajo debido a su diagnóstico en el primer año, y tienen más dificultades con el presentismo y el deterioro general del trabajo.
La participación en trabajos rutinarios se ve más afectada, lo que puede ampliar las desigualdades en materia de salud
Puntos clave
- La artritis reumatoide afecta a la capacidad de los pacientes para trabajar, agravando los problemas de salud física y mental.
- La discapacidad laboral en la artritis reumatoide se presenta temprano, a menudo antes del diagnóstico, y es más frecuente en los trabajos de rutina normalmente mantenidos por personas con peor remuneración.
- Los médicos deben abordar la discapacidad laboral en el momento del diagnóstico, proporcionando asesoramiento específico basado en el tipo de empleo del paciente.
Fuente
Bechman K, Cook ES, Alveyn E, Houssien A, et al. Occupational impacts of early inflammatory arthritis: results from the National Early Inflammatory Arthritis Audit. Rheumatology 2024;63(7):1856-1867.