“Mi diagnóstico de esclerosis múltiple” es el lema del Día Mundial de esta enfermedad neurológica y autoinmune que afecta notablemente la calidad de vida
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
Cada 30 de mayo se celebra el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, una jornada de sensibilización destinada a todas las personas afectadas por la esclerosis múltiple, una enfermedad neurológica crónica, de origen inflamatorio y autoinmune, que se caracteriza por placas de desmielinización y, eventualmente, neurodegeneración.
El tema del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple 2024-2025 es el diagnóstico y su lema “Afrontando la esclerosis múltiple juntos“, con el objetivo de arribar a un diagnóstico temprano y preciso para todas las personas que viven con esta enfermedad.

En la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario ataca la vaina protectora que recubre las fibras nerviosas, llamada mielina
¿Qué es la esclerosis múltiple?
En la esclerosis múltiple (EM), el sistema inmune ataca la vaina de mielina que recubre los nervios. Esto produce inflamación que destruye la mielina, generando zonas o placas de desmielinización. Cuando el daño es crónico, se lesionan los axones de las neuronas y se produce la neurodegeneración.
Afecta principalmente a la sustancia blanca, pero puede haber cambios en la sustancia gris del cerebro y la médula espinal, en un grado mucho menor.
En consecuencia, puede causar entumecimiento, debilidad, problemas para caminar, cambios en la visión, entre otros síntomas.

La esclerosis múltiple no tiene cura, no obstante, existen tratamientos que ayudan a acelerar la recuperación de las crisis, cambiar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas
¿Cómo se clasifica?
El curso de la enfermedad varía en función del tipo de EM:
- Con recaídas y mejorías. La mayoría de las personas con EM tiene el tipo con recaídas y mejorías. Tienen períodos con síntomas nuevos o recaídas que aparecen durante días o semanas y, por lo general, mejoran en forma parcial o total. Estas recaídas están seguidas de períodos tranquilos de remisión de la enfermedad que pueden durar meses e incluso años.
- Secundaria progresiva. Entre el 20 % y el 40 % de las personas con EM con recaídas y mejorías pueden desarrollar con el tiempo una progresión constante de los síntomas. Esta progresión, con o sin períodos de remisión, podría ocurrir entre 10 y 40 años después del inicio de la enfermedad. Si los síntomas empeoran, por lo general, se convierten en problemas de movimiento y para caminar.
- Primaria progresiva. Algunas personas presentan un inicio gradual y una progresión constante de los signos y síntomas sin recaídas.
- Síndrome clínico aislado. Se refiere al primer episodio de una enfermedad que afecta la mielina. Luego de varias pruebas, es posible que se diagnostique como EM u otra afección.
- Síndrome radiológico aislado. El síndrome radiológico aislado describe hallazgos en las resonancias magnéticas del cerebro y la médula espinal que parecen EM en personas sin síntomas clásicos de la enfermedad.

El síndrome radiológico aislado describe hallazgos en las resonancias magnéticas que parecen esclerosis múltiple en personas sin síntomas clásicos de la enfermedad
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas de la EM dependen de la persona, de la ubicación del daño en el sistema nervioso y de la gravedad del daño en las fibras nerviosas. Mientras algunos pierden la capacidad de caminar por sí mismos o de moverse, otros pueden tener largos períodos entre ataques sin nuevos síntomas, lo que se denomina remisión. Los principales son:
- Entumecimiento u hormigueo.
- Sensaciones de descargas eléctricas que se producen con ciertos movimientos del cuello, en especial, al inclinarlo hacia delante.
- Falta de coordinación.
- Problemas para caminar o imposibilidad de hacerlo.
- Debilidad.

La falta de coordinación y los problemas para caminar son dos de los síntomas clásicos de la esclerosis múltiple
- Pérdida de la visión parcial o completa que ocurre, por lo general, en un ojo a la vez. La pérdida de visión suele ir acompañada de dolor durante los movimientos oculares.
- Visión doble o borrosa.
- Problemas con la funcionalidad sexual, los intestinos y la vejiga.
- Fatiga.
- Habla arrastrada.
- Problemas de memoria, pensamiento y comprensión de la información.
- Cambios en el estado de ánimo.
Todos estos síntomas generan graves complicaciones para los pacientes como trastornos del estado de ánimo (como depresión, ansiedad), rigidez muscular o espasmos, convulsiones, debilidad grave o parálisis que ocurre, por lo general, en los brazos o las piernas, problemas de vejiga, intestino o funcionalidad sexual, y problemas de concentración y de memoria.

Los síntomas de la esclerosis múltiple generan graves consecuencias como depresión, y problemas de concentración y de memoria
¿Cómo se origina?
Se desconoce la causa de la EM. Se considera que es una enfermedad de origen inmunitario en la cual el sistema inmunitario ataca a sus propios tejidos, en este caso, ataca y destruye la sustancia grasa que recubre y protege las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal: la mielina.
Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer EM son:
- Edad. La EM puede ocurrir a cualquier edad, sin embargo, es más común entre los 20 y los 40 años.
- Sexo. Las mujeres tienen entre 2 y 3 veces más probabilidades que los hombres de padecerla.
- Antecedentes familiares.
- Determinadas infecciones. Diversos virus se asocian a la EM, entre ellos, el virus de Epstein-Barr.
- Vitamina D. Tener niveles bajos de vitamina D y una baja exposición a la luz solar se relacionaría con un mayor riesgo de EM.
- Fumar.
El diagnóstico de la EM se basa en una combinación de los antecedentes médicos, el examen físico, las resonancias magnéticas y los resultados de la punción lumbar. También implica descartar otras afecciones que puedan causar síntomas similares. Esto se conoce como diferenciación de diagnóstico.

Se desconoce cuál es la causa de la enfermedad, pero se saben cuáles pueden ser algunos de sus factores de riesgo
¿Cómo puede tratarse?
Si bien la EM no tiene cura, sí puede tratarse. Básicamente, el tratamiento se centra en acelerar la recuperación después de los ataques, en desacelerar el avance de la enfermedad y en controlar los síntomas.
Existen varias terapias que modifican la enfermedad en casos de EM con recaídas y mejorías. Sin embargo, cada terapia se adecuará al estado del paciente y de su enfermedad.
Por otra parte, la fisioterapia es un complemento muy importante de la EM dado que resulta de gran ayuda para aumentar la fuerza muscular y aliviar algunos de los síntomas.
Asimismo, en casa, pueden ponerse en práctica algunas de las siguientes medidas:
- Descansar adecuadamente.
- Realizar ejercicio cuando la enfermedad lo permita para mejorar la fuerza, el tono muscular, el equilibrio y la coordinación con actividades suaves como caminatas, estiramientos, ejercicios aeróbicos de bajo impacto, bicicleta fija, yoga y tai chi.
- Implementar una alimentación equilibrada.
- Reducir el estrés. El estrés puede desencadenar o empeorar los síntomas.

Cuando la enfermedad lo permita se aconseja realizar actividades suaves como caminatas, estiramientos, o practicar yoga para reducir el estrés
Día Mundial de la Esclerosis Múltiple 2025
Referencias