Ser donante salva vidas

Lugones Editorial

Donar sangre salva vidas

La sangre es un componente que no puede fabricarse. Con un solo donante, se pueden salvar hasta cuatro vidas

Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial

Desde hace tiempo que desde los diferentes medios de comunicación y redes sociales se promueve la donación voluntaria y frecuente de sangre, campaña que se resume en un auténtico gesto de solidaridad que implica dar al otro lo que necesita. Dado que la sangre no puede fabricarse y que 9 de cada 10 personas la necesitarán o incluso alguno de sus familiares, es fundamental incentivar la donación para contar siempre con sangre segura, y evitar que el paciente y su entorno deban buscar donantes.

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¿Por qué es importante donar?

Las transfusiones no solo forman parte del tratamiento de determinadas enfermedades, sino que también son eficaces para salvar vidas ante situaciones médicas de extrema gravedad, por ejemplo, en caso de hemorragias por accidentes de tráfico. Por ello se dice que donar sangre es donar vida.

De cada donación, mediante centrifugación, se obtienen tres componentes que se utilizarán para diferentes afecciones: 

  • Glóbulos rojos: destinados a pacientes con anemias crónicas, anemias agudas, cirugías, trasplantes o para reaccionar convenientemente en complicaciones del parto que pueden ocasionar hemorragias antes, durante y después del mismo.
  • Plaquetas: para enfermos con tratamientos de quimioterapia, aplasia medular, trasplantes.
  • Plasma: se usa como plasma total para tratar a algunos pacientes o también para obtener medicamentos que sirven para tratar la hemofilia, problemas de coagulación, quemaduras, enfermedades del riñón y el hígado, y otras patologías.

Separar de esta manera la sangre permite que cada enfermo reciba el componente que necesita mejorar.

Cabe aclarar que la sangre, una vez extraída, tiene un tiempo de vida limitado. Por ejemplo, de los componentes para transfundir, las plaquetas duran hasta 5 días, los glóbulos rojos hasta 42 días y el plasma hasta un año. Asimismo, existen grupos sanguíneos más raros que otros, de ahí que, en ocasiones, especialmente ante catástrofes naturales o accidentales, se hagan llamamientos para la donación de sangre.

Por ello se sostiene que la donación es un gesto a través del cual una persona sana aporta esperanza a otra que está enferma. Hay algunos tratamientos que brindan ciertas alternativas, pero si un enfermo necesita sangre para curarse, solo es posible conseguirla a través de una donación.

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Dado que la sangre no puede fabricarse, la única manera de obtenerla es a través de donaciones de personas sanas

¿Qué estudios y preparación se le realizan a la sangre?

La sangre que dona una persona nunca se transfunde directamente al paciente. Al donante se le extraen, además de la unidad (o “bolsa”) de sangre, pequeñas muestras (o “tubos”). 

La bolsa de sangre ingresa al proceso de fraccionamiento (separación de glóbulos rojos, plaquetas y plasma) y los tubos al proceso de calificación biológica que se someten a una serie de estudios de laboratorio: clasificación de grupo y factor sanguíneo, investigación de anticuerpos irregulares y pruebas para la detección de infecciones transmisibles por transfusión (ITT). Son obligatorias para nuestro país: hepatitis B, hepatitis C, VIH/Sida, Chagas, sífilis, HTLV (virus linfotrópico de células T humanas, o HTLV por su acrónimo en inglés) y brucelosis. 

Mediante estos dos procesos se asegura clasificar los componentes y poner a disposición los que han sido calificados como “aptos para la transfusión”. Luego se realizan los estudios inmunoserológicos para detectar las ITT. En el caso de las enfermedades virales (hepatitis B, hepatitis C, VIH/ Sida) existe un período variable entre el ingreso del virus al organismo y la posibilidad de detectarlo. A este período se lo denomina “ventana serológica” o “período silente”.

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De cada donación, se obtienen tres componentes que se utilizarán para diferentes afecciones: glóbulos rojos, plaquetas y plasma

¡Quiero ser donante!

Las personas que pueden donar sangre son aquellas mayores de 16 años (entre los 16 y 18 con autorización de padres/tutor), que gocen de buena salud y tengan un peso superior a los 50 kilos. Por el contrario, no podrán donar las embarazadas, los mayores de 65 años sin certificado médico, quienes se hayan realizado un tatuaje o piercingen el último año y en caso de mantener prácticas sexuales de riesgo. Mientras los hombres pueden donar hasta cuatro veces al año, las mujeres solo tres.

Los pasos a seguir son: estar descansado/a (con un mínimo de 6 horas de descanso nocturno), sentirse en buenas condiciones de salud (no presentar síntomas de malestar general, fiebre, resfrío o tos) y concurrir al centro luego del desayuno o el almuerzo. La extracción dura entre 7 y 10 minutos, y se realiza en un ambiente seguro y con material descartable. Se extrae solo una unidad de sangre (alrededor de 450 ml) y pequeñas muestras para posteriores análisis.

Después de donar, al donante se le brinda un refrigerio a fin de recuperar líquidos y azúcar, y se le aconseja que en las 6 horas siguientes no realice esfuerzos ni cargue peso con el brazo, no haga cambios bruscos de posición, no beba alcohol ni fume, y que se hidrate adecuadamente.

El objetivo es que este gesto solidario se multiplique masivamente dado que, si del 3 al 5% de los ciudadanos concurre a donar dos veces al año, se cubriría el 100% de las necesidades del país.

Autora: Lic. María Fernanda Cristoforetti. Derechos de reproducción: Sello Editorial Lugones®, Editorial Biotecnológica S.R.L. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este artículo sin las autorizaciones de la autora y de la editorial. Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.