Estudio que analiza las alteraciones de la piel en niños con obesidad y su relación con el riesgo metabólico, destacando la piel como un marcador clínico temprano de comorbilidades
Lugones Editorial©
La obesidad infantil constituye un problema de salud pública, y los niños con obesidad presentan mayor riesgo de obesidad persistente en la adultez y de enfermedades metabólicas a largo plazo. Entre los órganos afectados, la piel es uno de los más tempranamente comprometidos y puede actuar como un marcador clínico de alteraciones sistémicas subyacentes.
Mediante un estudio transversal prospectivo de 18 meses realizado en un centro de atención terciaria, que incluyó niños de 5 a 18 años con un IMC para la edad >2, los autores evaluaron las características clínicas y la frecuencia de las alteraciones de la piel asociadas a la obesidad.
Además, analizaron la relación entre los hallazgos cutáneos y los parámetros bioquímicos -incluidos los niveles de lípidos séricos- con el objetivo de identificar asociaciones potenciales entre la piel y el riesgo metabólico en esta población.
Los autores analizan las asociaciones potenciales entre la piel y el riesgo metabólico en niños con obesidad
Resultados
Se incluyeron 150 niños con obesidad, con una distribución similar por sexo (51,3% varones y 48,7% mujeres). La edad osciló entre 5 y 18 años, con mayor representación del grupo de 9 a 12 años (40%). La altura media fue de 146,1±15,8 cm y el peso medio de 53,5 ± 17,5 kg.
Dermatosis asociadas a obesidad infantil
- La acantosis nigricans (AN) fue la dermatosis más frecuente, observada en el 76,5% de los casos, especialmente en el grupo de 9 a 12 años.
- Le siguieron las estrías distensas (24%), también predominantes en ese grupo etario. Ambas se presentaron con frecuencia similar en ambos sexos, sin asociación significativa con el género.
- El acné vulgar, la dermatitis seborreica y las estrías fueron significativamente más frecuentes en niños mayores de 10 años.
El acné vulgar, la dermatitis seborreica y las estrías fueron significativamente más frecuentes en niños mayores de 10 años con obesidad
Alteraciones metabólicas y su relación con la piel
- El perfil lipídico alterado estuvo presente en el 85,3% de los niños. La AN se asoció de forma significativa con colesterol total elevado y LDL elevado, así como con valores más altos de SGOT (serum glutamic-oxaloacetic transaminase). No se observó asociación entre AN y glucemia, función tiroidea ni función renal.
- En las estrías, los niveles medios de HDL fueron significativamente más altos, sin asociación con otros parámetros bioquímicos.
- En niños con acné vulgar, los niveles medios de colesterol total, triglicéridos, HDL y VLDL fueron más elevados que en aquellos sin acné, aunque solo el aumento de HDL alcanzó significación estadística.
Otras dermatosis
- El eccema atópico fue el eccema más frecuente (50,9%), seguido de las infecciones fúngicas (23,3%), sin asociación significativa con parámetros bioquímicos.
- Entre los trastornos papuloescamosos, la pitiriasis liquenoide crónica fue la más común (3,3%) y se asoció a triglicéridos medios más elevados.
- Los acrocordones se relacionaron con niveles más altos de colesterol total.
- No se hallaron asociaciones significativas entre parámetros bioquímicos y los trastornos ungueales, del cuero cabelludo o del cabello.
Patrón y frecuencia de los trastornos del cuero cabelludo, el cabello y las uñas
Discusión
Este estudio transversal prospectivo realizado en un centro terciario analizó a 150 niños con obesidad, con una leve predominancia masculina, sin asociación estadísticamente significativa entre género y presencia de dermatosis.
Los autores destacan que, a diferencia de otros estudios indios que informan mayor prevalencia en mujeres, el predominio masculino observado podría relacionarse con mayor exposición a hábitos alimentarios no saludables y actividad al aire libre.
La mayoría de los pacientes pertenecía al grupo etario de 9 a 12 años, coincidiendo con estudios previos y reforzando la idea de que este período representa una etapa crítica, marcada por cambios puberales y por la interacción entre hormonas sexuales, adipocitoquinas (leptina y adiponectina) y dieta, que favorecen la aparición de obesidad y alteraciones cutáneas.
Los cambios puberales y la interacción entre hormonas sexuales favorecen la aparición de obesidad y alteraciones cutáneas
La acantosis nigricans (AN) fue la manifestación cutánea más frecuente, en concordancia con la literatura. El principal aporte del estudio es reforzar su asociación no solo con el aumento del IMC, sino también con alteraciones metabólicas: niveles significativamente elevados de colesterol sérico y LDL, y valores aumentados de SGOT, lo que sugiere un vínculo con resistencia a la insulina y posible esteatosis hepática.
Los autores subrayan que, aunque no se encontró asociación con glucemia en ayunas ni con función tiroidea o renal, la AN sigue siendo un marcador clínico relevante de riesgo metabólico en niños obesos, tal como lo reconoce la American Diabetes Association.
Las estrías fueron la segunda dermatosis más frecuente. Los autores explican su fisiopatología principalmente por el estiramiento cutáneo y la ruptura de fibras elásticas en la dermis en el contexto de obesidad. Se observaron con mayor frecuencia en mayores de 10 años, lo que refuerza el rol de los cambios hormonales puberales. Aunque el perfil lipídico fue más alto en niños con estrías, solo el HDL mostró significación estadística, sin poder establecerse una relevancia clínica clara.
El acné vulgar y la dermatitis seborreica se observaron significativamente con mayor frecuencia en niños mayores de 10 años, hallazgo que los autores atribuyen a su dependencia androgénica y a la activación hormonal propia de la pubertad.
En el acné vulgar, si bien varios parámetros lipídicos fueron más altos, solo el aumento de HDL alcanzó significación estadística, en línea parcial con estudios previos que describen alteraciones del perfil lipídico en estos pacientes.
La dermatitis atópica fue el eccema más frecuente, sin asociación significativa con parámetros bioquímicos. Aunque se ha descrito una relación entre obesidad y queratosis pilar, este estudio no confirmó dicha asociación.
Entre los trastornos papuloescamosos, la pitiriasis liquenoide crónica fue la más común, con triglicéridos significativamente más elevados; sin embargo, los autores advierten que el bajo número de casos limita las conclusiones. Estos hallazgos aportan datos exploratorios sobre dermatosis menos estudiadas en el contexto de obesidad infantil.
Los acrocordones mostraron una asociación significativa con niveles elevados de colesterol sérico, reforzando su vínculo con obesidad y alteraciones metabólicas. El intertrigo fue relativamente frecuente, pero no se asoció a cambios bioquímicos, siendo interpretado como consecuencia mecánica de la maceración en grandes pliegues cutáneos.
La fisiopatología de las estrías se debe al estiramiento cutáneo y la ruptura de fibras elásticas en la dermis en el contexto de obesidad
Conclusiones
En este estudio, la acantosis nigricans (AN) y las estrías fueron las manifestaciones cutáneas más frecuentes en niños con obesidad. La AN se asoció significativamente con alteraciones del perfil lipídico y con elevación de SGOT, reforzando su valor como marcador clínico temprano de riesgo metabólico.
El acné vulgar, la dermatitis seborreica y las estrías fueron más comunes en mayores de 10 años, subrayando el impacto de la pubertad.
Los acrocordones se asociaron con hipercolesterolemia, mientras que la dermatitis atópica fue el eccema más frecuente sin correlación bioquímica.
Los autores concluyen que la piel puede actuar como un indicador precoz de comorbilidades metabólicas en niños con obesidad, y destacan la necesidad de estudios futuros con mayor tamaño muestral para profundizar estas asociaciones.
Los autores concluyen que la piel puede actuar como un indicador precoz de comorbilidades metabólicas en niños con obesidad
Piel en niños con obesidad
Fuente
Anju M, Abdul SK, Pradeep NS. A cross sectional study of cutaneous manifestations in obese children in a tertiary care center. Indian Journal of Paediatric Dermatology 2025;26(1).
