El melanoma avanzado aún es un reto terapéutico. El uso de la terapia inmune demostró altas tasas de sobrevida
Sello Editorial Lugones©
Revista Dermatología Argentina
- Daiana Mariel Cisnero, Médica Dermatóloga, Servicio de Dermatología, Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, Provincia de Buenos Aires, Argentina
- Camila del Rosario Pavón, Médica Dermatóloga, Jefa de Residentes, Servicio de Dermatología, Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, Provincia de Buenos Aires, Argentina
- María Laura Mauri, Médica Dermatóloga, Servicio de Dermatología, Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, Provincia de Buenos Aires, Argentina
- Roberta Pedevilla, Médica Oncóloga, Servicio de Oncología, Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, Provincia de Buenos Aires, Argentina
- Patricia Silvia Della Giovanna, Médica Dermatóloga, Jefa del Servicio, Servicio de Dermatología, Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, Provincia de Buenos Aires, Argentina
En Argentina se estima que el melanoma cutáneo representa aproximadamente el 1,2% de todos los tumores malignos, con unos 1.500 casos nuevos por año. En estadios avanzados, aún es una enfermedad incurable en la cual los objetivos del tratamiento apuntan a prolongar la sobrevida global (SVG) y mejorar la calidad de vida. El tratamiento del melanoma avanzado ha tenido un avance sin precedentes en la última década.
A partir de 2011, con el desarrollo de los inhibidores de puntos de control inmunológico y las terapias dirigidas, se produjo un cambio trascendental en el escenario terapéutico, pasando de respuestas deficientes y corta sobrevida, a un escenario completamente nuevo, con estudios que demuestran una mejoría significativa en la tasa de respuesta generando un aumento en la SVG y libre de enfermedad.
Actualmente existen dos estrategias para el tratamiento sistémico del paciente con melanoma avanzado: inmunoterapia y terapias dirigidas. Dentro de las terapias inmunes, los anti PD-1 mostraron resultados favorables en la sobrevida de los pacientes
Objetivos
Los autores del trabajo Melanoma avanzado. Cambios en el paradigma terapéutico se propusieron establecer las características poblacionales de los pacientes del consultorio interdisciplinario de Dermatología y Oncología del Hospital Nacional Prof. Alejandro Posadas, y comparar su experiencia en el tratamiento de melanomas avanzados con inmunoterapia con los datos existentes a nivel mundial.
Figura: Diagrama de flujo de selección de la población.
Materiales y métodos
El estudio fue retrospectivo, descriptivo y de corte transversal. Se realizó una búsqueda de archivo fotográfico e historias clínicas de pacientes con melanoma avanzado que recibieron terapia inmune desde 2018 a 2022 en el en el consultorio interdisciplinario de Dermatología y Oncología del Hospital Nacional Posadas.
Las variables analizadas fueron: sexo, edad, presencia del tumor primario, localización anatómica del tumor primario, subtipo histológico, presencia de metástasis a distancia, localización de cada una de ellas y mutación del BRAF.
Resultados
La muestra incluyó 158 pacientes con diagnóstico de melanoma. En relación a los estadios avanzados, los estadios IIIC y IV se observaron en 54 pacientes; de estos, 18 (33%) recibieron terapia inmune. El 22% recibió pembrolizumab y el 78% nivolumab, ambos en monoterapia. El tumor primario más frecuente fue el nodular (33%). La mutación del BRAF estuvo en el 39%. Tuvo respuesta favorable el 56%, de estos, el 44% presentó respuesta completa y mejoría del ECOG al final del tratamiento en relación con quienes no respondieron al tratamiento (p<0,001). La sobrevida global al año fue del 55%.
Conclusiones
El melanoma avanzado aún es un reto terapéutico. El uso de la terapia inmune demostró altas tasas de sobrevida. En esta experiencia se observaron resultados positivos con inmunoterapia, con resultados de la sobrevida global similares a los publicados a nivel internacional. Cabe destacar que el rol del dermatólogo es central e indispensable en todas las etapas de la atención del melanoma cutáneo, conformando una pieza fundamental en las unidades de melanoma junto con el oncólogo.