Desbridamiento de heridas: indicaciones

Conozca las indicaciones y contraindicaciones del desbridamiento de heridas. Preparación adecuada del lecho de la herida, anatomía y fisiología de la piel

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Las indicaciones, contraindicaciones y técnicas involucradas en el “Desbridamiento de heridas” son abordadas en un interesante artículo de los Dres. Biagio Manna, Phillip Nahirniak, Christopher A. Morrison de RWJUH Barnabas Health System, Nueva Hersey, EE.UU. publicado en 2023 en StatPearls¹.

“El concepto de preparar el lecho de la herida para promover la reepitelización de las heridas crónicas se ha aplicado al manejo de heridas durante más de una década. El desbridamiento de heridas se basa en la premisa de que promoverá la reepitelización”, explican los autores.

A continuación, presentamos un breve resumen de la primera parte del artículo, referida a las indicaciones para el desbridamiento de heridas. Próximamente abordaremos las técnicas y los nuevos apósitos biocompatibles utilizados en la realización del desbridamiento de heridas y las contraindicaciones para este procedimiento.

“El concepto de preparar el lecho de la herida para promover la reepitelización de las heridas crónicas se ha aplicado al manejo de heridas durante más de una década”, explican el Dr. Biagio Manna y su equipo

Enfoque DIME

La preparación adecuada del lecho de la herida es fundamental para favorecer la reepitelización en heridas crónicas, y ha sido una práctica utilizada en el manejo clínico durante más de una década. Este proceso se guía por el acrónimo DIME, que resume cuatro pasos clave:

D: Desbridamiento del tejido no viable presente en la herida.
I: Control de la inflamación y la infección.
M: Control de humedad.
E: Evaluación ambiental y del proceso de epitelización.

El modelo DIME representa un enfoque integral y estructurado que sirve como punto de partida para desarrollar estrategias más específicas orientadas a lograr la cicatrización completa de la herida.

El desbridamiento, como componente esencial de este enfoque, tiene como objetivo eliminar todo el tejido desvitalizado del lecho de la herida, lo que facilita su curación. Además, permite remover biopelículas, reducir la carga microbiana y eliminar células senescentes. Por esta razón, se recomienda realizar desbridamiento de manera sistemática en cada evaluación clínica.

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Anatomía y fisiología de la piel

La piel está formada por dos capas principales: la epidermis y la dermis.
La epidermis está constituida por células epiteliales densamente agrupadas y está compuesta por epitelio escamoso estratificado y queratinizado.
Por su parte, la dermis se compone de tejido conectivo denso e irregular, y alberga estructuras importantes como vasos sanguíneos, vasos linfáticos, terminaciones nerviosas, folículos pilosos y glándulas sudoríparas.

Debajo de la dermis se encuentra la hipodermis o tejido subcutáneo, formada principalmente por tejido conectivo laxo y grasa.
En niveles más profundos a la hipodermis se encuentran estructuras como músculos, tendones, ligamentos, huesos y cartílagos.

La infección en una herida se evidencia por la presencia de colonias bacterianas en el lecho de la lesión. Las células del sistema inmunitario, como los macrófagos y neutrófilos, desempeñan un papel clave en la eliminación de estos patógenos presentes en la herida

Indicaciones

En términos generales, el desbridamiento está indicado para eliminar tejido desvitalizado, como tejido necrótico, esfacelos, biopelículas, carga microbiana y células apoptóticas. Este procedimiento es una parte clave en el tratamiento de heridas, ya que permite preparar adecuadamente el lecho para favorecer la reepitelización.

El tejido necrótico y desvitalizado representa un obstáculo importante para la cicatrización. Por un lado, actúa como fuente de nutrientes para bacterias, lo que favorece la proliferación microbiana. Por otro, constituye una barrera física que impide que los tratamientos tópicos entren en contacto directo con el lecho de la herida, reduciendo así su eficacia.

Además, la presencia de tejido muerto interfiere con procesos esenciales para la curación, como la angiogénesis, la formación de tejido de granulación, la renovación epidérmica y la síntesis adecuada de la matriz extracelular.
También puede dificultar una evaluación clínica precisa, ya que puede ocultar la verdadera profundidad de la herida o enmascarar signos de infección subyacente.

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Schiffman et al. incluyen las siguientes como indicaciones comunes para el desbridamiento quirúrgico afilado.

Eliminación de la fuente de sepsis, principalmente tejido necrótico.
Eliminación de la infección local para disminuir la carga bacteriana, reducir la probabilidad de resistencia al tratamiento con antibióticos y obtener cultivos precisos.
Recolección de cultivos profundos tomados después del desbridamiento del tejido restante para evaluar la infección persistente y los requisitos de tratamiento antibiótico sistémico.
Estimulación del lecho de la herida para favorecer la cicatrización y prepararlo para un injerto o colgajo de piel.

El desbridamiento está indicado para eliminar tejido desvitalizado, como tejido necrótico, esfacelos, biopelículas, carga microbiana y células apoptóticas. En la foto, tejido necrótico en lecho ulceroso

Contraindicaciones

En general, el desbridamiento está contraindicado en escaras secas e intactas que no muestran signos clínicos de infección subyacente, como ocurre en úlceras por presión no clasificables con escaras intactas en zonas como el sacro, los glúteos o los talones.
Además, cada técnica específica de desbridamiento puede tener sus propias contraindicaciones particulares.

Próximamente abordaremos la segunda parte del artículo Manna et al referida a las técnicas y los nuevos apósitos biocompatibles utilizados en la realización del desbridamiento de heridas y las contraindicaciones para este procedimiento.

Desbridamiento enzimático de heridas