La diabetes tipo 1 no puede prevenirse, pero sí la tipo 2. Conozca las medidas de prevención en el Día Mundial de la Diabetes 2025
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
Aunque la diabetes de tipo 1 no puede prevenirse, existen varias medidas que pueden implementarse para reducir el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.
Por ejemplo, los hábitos alimentarios poco saludables y el sedentarismo asociados a la urbanización son factores comunes que contribuyen al desarrollo de la diabetes tipo 2.
En este sentido, está comprobado que los cambios en el estilo de vida (peso corporal saludable, alimentación equilibrada y actividad física moderada) pueden ayudar a prevenir la aparición de la diabetes tipo 2 en personas de alto riesgo.
En el Día Mundial de la Diabetes 2025, a continuación, se detallan los cambios de estilo de vida que ayudan a prevenir la diabetes tipo 2.

Mantener un peso corporal saludable, implementar una alimentación equilibrada y realizar actividad son formas de prevenir la diabetes tipo 2
Peso corporal saludable
En un 80% de los casos, los pacientes con diabetes tipo 2 presentan sobrepeso u obesidad, de manera tal que la presencia de sobrepeso en las personas genéticamente predispuestas a tener diabetes tipo 2, desencadena en ellos la diabetes en algún momento de su vida.
Dado que la obesidad y la diabetes se encuentran íntimamente relacionadas, se las considera “epidemias mellizas”; a esta asociación se la conoce como “diabesidad”.

Dado que la obesidad y la diabetes se encuentran íntimamente relacionadas, a esta asociación se la conoce como “diabesidad”
Para reducir o mantener un peso corporal saludable se recomienda:
- Implementar un plan de alimentación adecuado a base de vegetales, carnes magras, frutas.
- Evitar el consumo de grasas y azúcares.
- Realizar actividad física 30 minutos 5 días a la semana.
Alimentación
Para evitar los cambios bruscos de azúcar en sangre, el paciente con diabetes debe equilibrar la alimentación, el ejercicio y el tratamiento (insulina o pastillas) porque tener esta enfermedad significa que el organismo no puede controlar la glucemia en forma automática. Por ende, es importante que “piense” lo que come, es decir, qué come, cuánto y cuándo para tratar de compensar la falla en el efecto de la insulina.

En la diabetes, es importante que “pensar” lo que se come, es decir, qué se come, cuánto se come y cuándo se come
Para ello se aconseja:
- Eliminar el azúcar de absorción rápida (en los líquidos de consumo habitual, y en los dulces, miel, caramelos y pastillas).
- Distribuir la alimentación en un mínimo de cuatro a seis comidas diarias.
- Incorporar más alimentos con fibra (las verduras, legumbres y frutas enlentecen la digestión y la absorción del almidón y los azúcares).
- Optar por agua, café o té en vez de jugos de frutas, gaseosas u otras bebidas azucaradas.
- Comer al menos tres raciones de verduras al día, incluidas las de hoja verde, y hasta 3
- tres raciones de fruta fresca.
- Como tentempié, se aconseja un puñado de frutos secos, una pieza de fruta fresca o un yogur sin azúcar.
- Limitar la ingesta de alcohol a un máximo de dos bebidas estándar al día.
- Elegir cortes magros de carne blanca, aves o marisco en vez de carne roja o procesada.
- Preferir el pan, arroz o pasta integrales en vez de pan, arroz o pasta blancos.
- Reducir al mínimo el consumo de grasas saturadas y optar por las insaturadas.
Actividad física
El ejercicio bien pautado mejora el control de la diabetes, ya que origina una disminución de los niveles glucosa (azúcar) en sangre debido al aumento de su utilización en los músculos en movimiento.
De este modo, disminuyen las necesidades de insulina, se favorece la pérdida de peso como consecuencia del consumo de grasa en el músculo, desciende la incidencia de enfermedades cardiovasculares y mejora el estado físico, psíquico y la calidad de vida.

El ejercicio bien pautado mejora el control de la diabetes porque origina una disminución de los niveles glucosa
Otros beneficios del ejercicio son:
Contribuye a mejorar la sensibilidad insulínica por reducir la masa grasa corporal total (depósitos viscerales y subcutáneos).
- Reduce las necesidades diarias de insulina o disminuye las dosis de antidiabéticos orales.
- Aumenta el gasto energético y acelera la pérdida de grasa que contribuye a controlar el peso corporal y evita la obesidad.
- Mejora la presión arterial y la función cardíaca.
- Sostenida en el tiempo, promueve el desarrollo de la masa muscular y determina un mayor consumo de glucosa
- Contribuye a optimizar los niveles de colesterol “bueno” y disminuye los niveles de colesterol total y triglicéridos.
- Reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares y de complicaciones propias de la diabetes.
Mantener un peso saludable es crucial, ya que la obesidad aumenta el riesgo. Incluso una pequeña pérdida de peso puede reducir significativamente el riesgo de diabetes de tipo 2.
Por último, las revisiones y chequeos periódicos, especialmente para las personas de riesgo, pueden detectar signos precoces y retrasar o prevenir la aparición de la diabetes.

Es importante realizar los chequeos médicos en forma periódica para detectar signos precoces, y retrasar o prevenir la aparición de la diabetes
Día Mundial de la Diabetes 2025: prevención
Referencia