La diabulimia es un trastorno de la alimentación que padecen las personas con diabetes tipo 1 que omiten aplicarse insulina con el fin de perder peso
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
La anorexia, bulimia, vigorexia o el trastorno por atracón son algunas de las patologías alimentarias más comúnmente conocidas. De un tiempo a esta parte se ha descubierto que ciertas personas -especialmente jóvenes- padecen diabulimia: un nuevo trastorno de la conducta alimentaria que afecta a quienes tienen diabetes tipo 1 que necesitan insulina.
“Los trastornos de la alimentación ocurren generalmente en adolescentes o adultos jóvenes, casi siempre mujeres, que presentan obsesión por el peso corporal y un temor exagerado a aumentarlo; para ello alteran su alimentación o realizan purgas. En el caso de los pacientes con diabetes tipo 1, omiten o colocan menos insulina que la que deberían aplicarse como una forma de purga”, explica la Dra. Estrella Menéndez, Médica especialista en Nutrición y Médica especializada en Diabetes.
Los trastornos de la alimentación ocurren generalmente en adolescentes que presentan obsesión por el peso corporal y un temor exagerado a aumentarlo
Diabetes tipo 1
En la diabetes tipo 1, el páncreas no puede sintetizar insulina y se debe inyectar en forma exógena varias veces por día. La insulina es una hormona anabólica, es decir que toma la glucosa (azúcar) de los alimentos y los ingresa en los diferentes tejidos del cuerpo para que estos tengan energía.
“Si los pacientes con diabetes 1 no se colocan la insulina que requieren, la energía de los alimentos no puede almacenarse donde se necesita y aumentan los niveles en sangre con lo cual se produce hiperglucemia (elevación de la glucosa en la sangre) que puede provocar un gran riesgo para la salud”.
La insulina -por su acción anabólica- metaboliza todos los alimentos que se consumen, controla el apetito y facilita la formación de grasa. Si se usa en cantidades menores de las necesarias, los pacientes pierden peso porque se consume la grasa corporal e ingresan en un estado de acidosis porque la combustión exagerada de la grasa produce cuerpos cetónicos.
Además de iniciar un proceso de desnutrición, la asociación de hiperglucemia y cetosis puede desencadenar en el temible coma cetoacidótico que requiere internación urgente y pone en riesgo la vida del paciente con diabetes tipo 1.
Si los pacientes con diabetes 1 no se colocan la insulina que requieren, la energía de los alimentos no puede almacenarse donde se necesita y aumentan los niveles en sangre con lo cual se produce hiperglucemia
Trastornos de la alimentación
En el caso de la anorexia, se trata de un trastorno de la alimentación restrictivo en el cual las pacientes dejan de comer como una forma de controlar su peso corporal, realizan grandes ayunos o comen porciones muy pequeñas de algunos alimentos y dejan de consumir una gran cantidad de comidas por temor y obsesión a subir de peso.
En cambio, en la bulimia los pacientes presentan el mismo miedo obsesivo con el peso, pero tienen episodios de descontrol alimenticio (a veces consumen una gran cantidad de calorías y otras veces el atracón tiene más relación con el descontrol que sienten que con el extra calórico ingerido).
En cualquiera de ambas situaciones la pérdida de control lleva a estar personas a realizar una “purga” a través de los vómitos, el consumo de diuréticos y laxantes, o sustancias con supuesto efecto anorexígeno (sustancia supresora o depresora del apetito), incluso otra forma de evitar el aumento de peso es realizar ejercicio excesivo.
Por su parte, en la diabulimia, el paciente aprende que la omisión de insulina intencional la conduce a un descenso importante del peso corporal, a veces con riesgo de desnutrición.
La diabulimia es el trastorno por el cual los pacientes con diabetes tipo 1 dejan de inyectarse insulina para perder peso
En relación a los síntomas de la diabulimia, hay que estar atento a los niveles elevados de HbA1c, junto con controles aleatorios que el paciente no presenta o no coinciden con el promedio de la HbA1c, las internaciones frecuentes por cetoacidosis diabética, las fluctuaciones o pérdidas de peso inexplicables, la preocupación por el aumento de peso, la amenorrea el consumo errático de alimentos o la negativa a aplicarse insulina en público.
La diabulimia puede provocar un importante descenso de peso hasta llegar a la desnutrición
Consecuencias de la diabulimia
La diabulimia puede provocar serios problemas físicos y psicológicos como:
- Descenso de peso hasta la desnutrición.
- Caída de pelo y aparición de lanugo.
- Alteraciones menstruales (amenorrea).
- Pérdida de masa ósea, con el riesgo de padecer osteoporosis.
- Alteraciones gastrointestinales y cardiológicas (bradicardia, hipotensión ortostática).
- Hiperglucemia con una acelerada aparición de complicaciones nefrológicas, neuropáticas y oftalmológicas.
- Riesgo de coma cetoacidótico a repetición.
- Intensas hipoglucemias especialmente cuando los pacientes están muy adelgazados/desnutridos.
Por su parte, las consecuencias psicológicas más comunes incluyen: depresión, ansiedad, angustia, cambios de humor, fatiga y pérdida de la autoestima.
La diabulimia puede provocar depresión, ansiedad, angustia, cambios de humor, fatiga y pérdida de la autoestima
Su tratamiento
La Dra. Menéndez aclara que, en primer lugar, es menester dialogar con el/la paciente y su familia, y explicarles los serios riesgos que trae a la salud el tipo de conducta asumida. Posteriormente, será necesario implementar una alimentación lo más saludable y satisfactoria para que la paciente mejore su estado nutricional y pueda aplicarse la insulina que necesita para regular su metabolismo.
Básicamente el tratamiento consiste en trabajar en forma multidisciplinaria con un equipo integrado por un nutricionista, psicólogo/a especialista en trastornos alimenticios, médicos psiquiatras y diabetólogos, y otras personas como acompañantes terapéuticos que puedan interactuar para ayudar al paciente y su familia.
Es fundamental dialogar con el/la paciente y explicarle los serios riesgos que genera este tipo de conducta asumida
“La intervención psicológica es muy importante para trabajar aspectos que subyacen al trastorno alimenticio, como tendencia al perfeccionismo, baja autoestima, depresión, creencias erróneas sobre el peso y el esquema corporal o miedos sobre el tratamiento insulínico. Incluso es meritorio incluir a la familia en el tratamiento y realizar terapia familiar con personal calificado”.
Antes de concluir, la especialista señala que posiblemente la forma más adecuada para prevenir este trastorno alimentario, que afecta mayormente a los preadolescentes y adolescentes (especialmente mujeres), consiste en lograr una buena relación médico-paciente que permita contar con un espacio donde hablar de los miedos, obsesiones y sensaciones ‘peligrosas’ que un paciente de esta edad con diabetes tipo 1 puede tener.
La intervención psicológica es muy importante para trabajar aspectos que subyacen al trastorno alimenticio