La salud del reconocido actor y comediante, Alfredo Casero, sigue delicada luego de someterse a una cirugía de reemplazo de cadera
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
El reconocido actor, comediante y cantante, Alfredo Casero, creador del exitoso programa Cha, cha cha, continúa internado con pronóstico reservado luego de sufrir una complicación durante una intervención quirúrgica de reemplazo de cadera.
También conocida como “artroplastia total de cadera”, la cirugía de reemplazo de cadera puede ser una opción cuando el dolor de cadera interfiere en las actividades diarias y los tratamientos no quirúrgicos no han ayudado o ya no son eficaces.
Es una intervención bastante común, pero la noticia acerca del delicado estado de salud de Alfredo Casero luego de su paso por el quirófano, despierta varias preguntas en relación a esta cirugía: ¿en qué consiste? ¿Por qué se realiza? ¿Cuáles son sus riesgos? ¿Qué ocurre luego?

La salud del actor, comediante y cantante, Alfredo Casero, sigue delicada luego de someterse a una intervención quirúrgica de reemplazo de cadera
¿Qué es la cirugía de reemplazo de cadera?
La cirugía de reemplazo de cadera es un procedimiento en el cual un cirujano realiza una incisión en el lado del muslo, extrae las partes enfermas de la articulación de la cadera y las reemplaza con partes artificiales nuevas. Estas partes imitan la forma en que funciona la articulación de una cadera normal. Las piezas pueden estar hechas de metal, plástico, cerámica o una combinación de estos materiales.
¿Por qué se realiza?
Una de las razones más frecuente para la cirugía de reemplazo de cadera es la reparación del daño a la articulación debido a osteoartritis, artritis reumatoide, osteonecrosis, o lesiones o huesos rotos por trauma o enfermedad.
El reemplazo de cadera también puede ser una opción si el dolor de cadera persiste a pesar de los analgésicos, empeora al caminar (incluso con un bastón o con un andador), interfiere en el sueño, afecta la capacidad de subir y bajar escaleras, incluso si dificulta la capacidad de levantarte cuando estás sentado.
Por lo tanto, los objetivos de la cirugía de reemplazo de cadera incluyen:
- Aliviar el dolor de la articulación de la cadera dañada o enferma.
- Mejorar el funcionamiento de la articulación de la cadera.
- Ayudar a moverse mejor.

Una de las razones más frecuente para la cirugía de reemplazo de cadera es la reparación del daño a la articulación debido a la osteoartritis o la artritis reumatoide
¿Qué ocurre durante la cirugía?
- El paciente recibirá anestesia para mantenerlo cómodo y sin dolor durante la cirugía.
- El cirujano hará una incisión sobre la cadera. El tamaño de la misma variará según diversos factores: la contextura del paciente, su problema articular específico y las preferencias del cirujano. El profesional intentará hacer la incisión lo más pequeña posible para limitar la cantidad de lesión en el tejido blando y el hueso.
- El cirujano extraerá el tejido óseo y el cartílago enfermos de la articulación de la cadera e insertará las nuevas partes artificiales que, por lo general, están fabricadas con metal, cerámica y un plástico muy duro. Esta articulación artificial (prótesis) ayuda a reducir el dolor y mejora la función.
- Después de la cirugía, el paciente será trasladado a la sala de recuperación.

Las prótesis que se insertan, por lo general, están fabricadas con metal, cerámica y un plástico muy duro
¿Existen riesgos?
Los riesgos asociados con la cirugía de reemplazo de cadera pueden incluir:
- Coágulos sanguíneos. Después de la cirugía pueden formarse coágulos en las venas de la pierna. Esto puede resultar peligroso, ya que una parte del coágulo puede desprenderse y trasladarse al pulmón, el corazón o, rara vez, el cerebro. Los medicamentos anticoagulantes pueden reducir este riesgo.
- Infecciones. Pueden producirse en el lugar de la incisión y en los tejidos más profundos próximos a la nueva cadera. En general se tratan con antibióticos, pero una infección grave cercana a la nueva cadera podría requerir cirugía para extraer y reemplazar las piezas artificiales.
- Fractura. Durante la cirugía, partes sanas de la articulación de la cadera podrían fracturarse. A veces las fracturas pequeñas pueden curarse por sí solas, pero las fracturas más grandes podrían necesitar que se estabilicen con alambres, tornillos y, posiblemente, una placa metálica o con injertos de hueso.

Las infecciones pueden producirse en el lugar de la incisión y en los tejidos más profundos próximos a la nueva cadera
- Dislocación. Ciertas posiciones pueden causar que la esfera de la nueva articulación se salga de la cavidad, especialmente en los primeros meses después de la cirugía. Si la cadera se disloca, un aparato ortopédico podría ayudar a mantenerla en la posición correcta. Si la cadera continúa dislocándose, podría requerirse una cirugía para estabilizarla.
- Cambio en la longitud de la pierna. Los cirujanos se encargan de tomar medidas para evitar este problema, no obstante, en ocasiones, una nueva cadera puede provocar que una pierna sea más larga o corta que la otra. A veces, esto se produce por una contractura de los músculos que rodean la cadera.
- Aflojamiento o desgaste de la prótesis. Si bien esta complicación es poco común con los implantes más nuevos, la nueva articulación podría no fijarse de forma sólida al hueso o podría aflojarse con el paso del tiempo, provocando dolor en la cadera.
- Lesión en los nervios. En raras ocasiones, los nervios en el área donde se coloca el implante pueden lesionarse. El daño en los nervios puede causar entumecimiento, debilidad y dolor.
- Otros riesgos que pueden ocurrir son: problemas respiratorios después de la cirugía, ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular durante o después de la cirugía, cicatrización deficiente de la herida, reacción alérgica a algún medicamento o a las partes metálicas en algunas articulaciones artificiales.

Los cirujanos se encargan de tomar medidas para evitar que una pierna sea más larga o corta que la otra
¿Qué ocurre luego de la intervención?
Cada tiempo de recuperación varía según cada persona, pero en general después de los 3 meses pueden retomarse las actividades normales. Algunos aspectos que deben tenerse en cuenta son:
- Luego de la intervención es probable que los pacientes deban usar muletas o un andador para caminar.
- Deberán aprender ejercicios para fortalecer la cadera y cómo desplazarse con seguridad.
- Se recomienda que usen medias de compresión elásticas para evitar que se acumule sangre en las venas de las piernas y reducir así la probabilidad de formación de coágulos.
- El profesional podrá prescribir medicamentos anticoagulantes.
- No se recomiendan las actividades de alto impacto (correr, practicar taekwondo) para evitar el desgaste excesivo de la nueva cadera o hacer que sus partes se aflojen. En cambio, sí se aconsejan actividades de bajo impacto, como nadar, jugar al golf o andar en bicicleta.

La nueva articulación de la cadera puede reducir el dolor y aumentar su amplitud de movimiento
La salud de Alfredo Casero
Referencias