Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Conozca las reglas para una vida cardiosaludable
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (ECV) constituyen la principal causa de muerte en todo el mundo. Se calcula que en 2015 murieron 17,9 millones de personas, lo cual representa un 31% de todas las muertes registradas en el mundo. De estas defunciones, 7,4 millones se debieron a la cardiopatía coronaria y 6,7 millones a los accidentes cerebrovasculares.
La buena noticia es que gran parte de las ECV puede prevenirse al actuar sobre los factores de riesgo que se pueden modificar, por ejemplo, al adoptar hábitos cardiosaludables.
El estrés contribuye a las enfermedades cardiovasculares y, si es grave, puede causar un ataque cardíaco o muerte súbita
¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?
Constituyen un grupo de desórdenes del corazón y de los vasos sanguíneos, entre los que se incluyen:
- Cardiopatía coronaria: enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardíaco.
- Enfermedades cerebrovasculares: patologías de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.
- Arteriopatías periféricas: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan los miembros superiores e inferiores.
- Cardiopatía reumática: lesiones del músculo cardíaco y de las válvulas cardíacas debidos a la fiebre reumática, una enfermedad causada por bacterias denominadas estreptococos.
- Cardiopatías congénitas: incluyen malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento, además de las trombosis venosas profundas y embolias pulmonares (coágulos de sangre en las venas de las piernas que pueden desprenderse y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones).
Por su parte, los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares (ACV) suelen ser fenómenos agudos ocasionados fundamentalmente por obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. La causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro.
Las mujeres tienen mayor riesgo que los hombres de padecer enfermedades cardiovasculares, especialmente después de la menopausia
Atención: factores desencadenantes
- Edad: el riesgo de enfermedades del corazón aumenta a medida que la persona envejece. Los hombres de 45 años o más y las mujeres de 55 años o más presentan mayor riesgo.
- Sexo: algunos factores de riesgo pueden afectar de manera diferente a las mujeres que a los hombres. Por ejemplo, el estrógeno brinda a ellas cierta protección contra las enfermedades del corazón que luego decae con la menopausia.
- Raza o etnia: los afroamericanos son más propensos que los blancos a tener enfermedades del corazón, mientras que los hispanos lo son menos.
- Historia familiar: el riesgo es mayor en caso de tener un familiar cercano que padeció una enfermedad cardíaca a una temprana edad.
Por su parte, existen factores modificables que atentan contra la salud del corazón como desarrollar una mala alimentación (que conduce a obesidad, diabetes e hipertensión), el sedentarismo, y el consumo en exceso de alcohol y tabaco.
La dieta mediterránea es el mejor ejemplo de una sana alimentación para prevenir las enfermedades cardiovasculares
¿Cómo actuar?
- Realizar actividad física de forma regular dado que el ejercicio fortalece el corazón y mejora su circulación, ayuda a mantener un peso saludable, y reduce el colesterol y la presión arterial.
- Evitar la inhalación activa o pasiva del humo de tabaco.
- Implementar una dieta abundante en frutas y verduras (especialmente la dieta mediterránea), y evitar alimentos que contentan grasas, azúcares y sal.
- Mantener un peso corporal saludable.
- Evitar el consumo nocivo de alcohol.
- Controlar periódicamente la presión arterial.
- Mantener los niveles de colesterol y triglicéridos bajo control.
- En caso de diabetes, controlarla con una adecuada educación diabetológica. Una diabetes mal tratada puede provocar graves alteraciones en el corazón, riñones, visión y extremidades inferiores.
- Evitar el estrés.
- Dormir lo suficiente.
- Evitar el consumo de estimulantes o el exceso de cafeína para rendir durante el día.
Un aspecto a destacar es que, según diversos estudios, en la actualidad las mujeres se encuentran en mayor riesgo que los hombres de padecer enfermedades cardiovasculares especialmente después de la menopausia, cuando ya no están protegidas por los estrógenos fisiológicos. De este modo, a partir de entonces presentan unos factores de riesgo incluso mayores que ellos: más obesidad, más hipertensión y más diabetes, a lo que se suma que suelen padecer más estrés y adoptar, en consecuencia, malos hábitos como fumar.
Autora: Lic. María Fernanda Cristoforetti. Derechos de reproducción: Sello Editorial Lugones®, Editorial Biotecnológica S.R.L. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este artículo sin las autorizaciones de la autora y de la editorial. Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.