Corazón de mujer

Lugones Editorial

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En las mujeres la prevalencia de enfermedad cardiovascular aumentó significativamente durante las últimas décadas. Ahora es momento de escuchar el corazón

Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial

Lamentablemente las mujeres no son plenamente conscientes del riesgo de padecer una patología cardiovascular. Actualmente, a pesar de la difusión que se realiza sobre la importancia de la detección temprana y la modificación de los factores de riesgo, varias no realizan los exámenes cardiológicos preventivos porque aún consideran a las cardiopatías como enfermedades de los hombres y perciben que el cáncer es la principal causa de enfermedad y muerte en el sexo femenino.

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Así como se ha reducido el número de muertes por cáncer gracias a la detección precoz y el tratamiento, la visita al cardiólogo para toda mujer adulta es fundamental

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La enfermedad cardiovascular se ha convertido en la principal causa de muerte en la mujer adulta, incluso duplica el riesgo de muerte por cáncer cuando se consideran poblaciones mayores de entre 65 y 70 años. Entre las distintas patologías, es preciso considerar no solo la cardiopatía isquémica, sino también la enfermedad cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca que en conjunto provocan el mayor número de internaciones y muertes de causa cardiovascular.

Como consecuencia de una multiplicidad de factores, la prevalencia de enfermedad cardiovascular se ha incrementado significativamente durante las últimas décadas. La progresiva longevidad de la población (las mujeres presentan una expectativa de vida mayor en comparación con los varones) permite el desarrollo de la cardiopatía isquémica, dado que hasta la menopausia existe un rol protector de las hormonas femeninas sobre la pared arterial que retrasa entre 10 y 15 años la patología cardiovascular, comparada con los hombres.

Además, la mujer ha adquirido ciertos hábitos que tienen efectos deletéreos sobre la salud cardiovascular, que antes eran casi exclusivos de los hombres; por ejemplo, la prevalencia del consumo de cigarrillos aumentó entre ellas (aproximadamente un 25% fuma) y el tabaquismo es un poderoso factor de riesgo cardiovascular para ambos sexos, pero mucho más nocivo para ellas. Asimismo, como se mencionó anteriormente, la progresiva incorporación de la mujer a la actividad laboral suma el factor de estrés que contribuye al riesgo cardiovascular.

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La progresiva incorporación de la mujer a la actividad laboral suma el factor de estrés que contribuye al riesgo cardiovascular

Factores que atentan

La probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular aumenta con la edad y por la presencia de factores de riesgo como: hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia, tabaquismo, obesidad, sedentarismo, estrés e historia familiar, entre otros. La suma de estos factores de riesgo, así como su duración e intensidad, inciden sobre la probabilidad de padecer una cardiopatía, en este sentido, su precoz detección y corrección permiten disminuir la prevalencia de enfermedad cardiovascular, por lo cual la mejor forma de atacar este flagelo es a través de la prevención.

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Es esencial realizar ejercicio físico y comer sanamente con un aporte calórico acorde a las necesidades individuales para lograr el peso deseable según la edad y altura

Si bien los factores de riesgo cardiovascular son los mismos para ambos sexos, existen ciertas particularidades que es preciso mencionar:

  • Las mujeres fuman menos que los hombres, pero el cigarrillo constituye el principal factor de riesgo de eventos coronarios en las más jóvenes. El daño inducido es mayor en función del incremento de cigarrillos diarios y los años de tabaquismo. Con fumar un cigarrillo diario, el riesgo de infarto aumenta. 
  • La diabetes es un poderoso factor de riesgo cardiovascular; mientras que en el hombre aumenta la probabilidad de enfermedad coronaria de dos a tres veces, en la mujer ese número se eleva de tres a siete veces, y el pronóstico alejado luego del evento coronario agudo es peor para la paciente diabética que para el varón. Su detección se realiza con un simple análisis de sangre en ayunas
  • La hipertensión arterial es quizás el factor de riesgo más prevalente que afecta a casi el 30% de las mujeres mayores de 65 años. Dado que es silenciosa, rara vez presenta síntomas. Para detectarla solo se requiere tomar la presión arterial con un tensiómetro. Es un fuerte predictor de accidente cerebrovascular.
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Es importante detectar los factores de riesgo desde etapas tempranas porque casi siempre son silenciosos

  • La dislipidemia en las mujeres presenta algunas características particulares: los niveles bajos de colesterol HDL (“bueno”) se asocian a un mayor riesgo de enfermedad, especialmente en mayores de 65 años. La hipertrigliceridemia tiene mayor importancia en la mujer, y la combinación de HDL bajo con triglicéridos elevados adquiere una significación en el riesgo cardiovascular en ellas mucho más notoria que en los varones. Al igual que la diabetes, para su diagnóstico se requiere un simple análisis de sangre.
  • La historia familiar de consanguíneos con enfermedad coronaria o muerte súbita en etapas tempranas de la vida (hombres <55 años o mujeres <65 años) tendría relevancia al momento de predecir riesgo cardiovascular, siendo en las mujeres un indicador más significativo que en los hombres.
  • La insuficiencia renal crónica también se ha considerado en lo últimos años un importante factor de riesgo cardiovascular en las féminas.

Prevenir antes que curar 

La detección de la enfermedad cardiovascular y el adecuado tratamiento son herramientas fundamentales para disminuir el riesgo de muerte y mejorar la calidad de vida. La mujer debe tomar conciencia de ello, y así como se ha reducido el número de muertes por cáncer gracias a la detección precoz y el tratamiento, la visita al cardiólogo para toda fémina adulta es fundamental, especialmente a partir de la perimenopausia, dado que es un momento crítico para el avance de la patología cardíaca. 

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Hasta la menopausia existe un rol protector de las hormonas femeninas sobre la pared arterial que retrasa entre 10 y 15 años la patología cardiovascular, comparada con los hombres

La detección de los factores de riesgo anteriormente mencionados no suele requerir estudios sofisticados, y el interrogatorio -asociado al examen médico, conjuntamente con algunas determinaciones de laboratorio- alcanza para su detección. Posteriormente el médico decidirá en función de la edad de la paciente, el número de factores de riesgo y la intensidad de los mismos, si solicitará análisis adicionales, estudios con imágenes o pruebas con esfuerzo, entre otros, que permitan construir el mapa de la enfermedad y establecer el pronóstico a largo plazo para instaurar el tratamiento más adecuado.

En relación al tratamiento, comienza con un cambio de hábitos: cesación tabáquica, realización de ejercicio físico de rutina, alimentación saludable (con disminución de la ingesta de sodio; incorporación de frutas, verduras y pescado a la dieta; reducción del consumo de grasas, especialmente trans; regulación del aporte calórico acorde a las necesidades individuales), además de la medicación acorde a los requerimientos de cada caso en especial, así como la indicación de tratamientos de revascularización cuando sean necesarios. 

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Es momento que las mujeres comiencen a escuchar y cuidar más su corazón

Por ende, es importante detectar los factores de riesgo desde etapas tempranas porque casi siempre son silenciosos. Incluso es esencial incorporar hábitos de vida saludables que incluyen realizar ejercicio físico (como mínimo cuatro veces a la semana) y comer sanamente con un aporte calórico acorde a las necesidades individuales para lograr el peso deseable según la edad y altura. 

Autora: Lic. María Fernanda Cristoforetti. Derechos de reproducción: Sello Editorial Lugones®, Editorial Biotecnológica S.R.L. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este artículo sin las autorizaciones de la autora y de la editorial. Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.