La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel que suelen padecer las personas alérgicas. Generalmente comienza en el primer año de vida y puede durar hasta la adultez
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
La dermatitis atópica (también conocida como eczema) es una enfermedad inflamatoria crónica que causa sequedad, picazón e inflamación de la piel. Aunque es frecuente en los niños pequeños, puede aparecer a cualquier edad. Esta condición tiende a ser crónica y suele empeorar en episodios recurrentes. Aunque puede causar irritación, no es contagiosa.
Otras formas de eccema incluyen: dermatitis de contacto, eccema dishidrótico, eccema numular y dermatitis seborreica.
Por lo general, la dermatitis atópica comienza antes de los 5 años, y puede continuar hasta la adolescencia y la adultez
¿Cómo se manifiesta?
Los síntomas de la dermatitis atópica pueden manifestarse en cualquier área del cuerpo y varían significativamente de una persona a otra. El síntoma principal es una dermatitis seca y recurrente, que se caracteriza por la aparición de zonas enrojecidas en la piel, con intensidad variable. En los lactantes, suele afectar principalmente la cara, mientras que en adolescentes y adultos se localiza en las superficies de extensión de los miembros, especialmente en codos y rodillas, formando placas.
Se puede asociar rinitis, con o sin asma, en más de la mitad de los niños. Estos pacientes suelen presentar alergia a algunos alimentos.
La picazón intensa es común. Puede comenzar incluso antes que la erupción aparezca. Generalmente se denomina “picazón que produce erupción cutánea”, porque la picazón comienza y luego aparece la erupción en la piel como resultado del rascado. Los síntomas pueden incluir:
- Piel seca y agrietada.
- Picazón (prurito).
- Erupción en la piel hinchada que varía de color según el color de piel.
- Enrojecimiento o inflamación de la piel alrededor de las ampollas.
- Exudado y costras.
- Piel engrosada.
- Cambios en el color de la piel, como más o menos color con respecto al tono normal de esta.
- Piel en carne viva y sensible por rascarse.
- Ampollas que supuran y forman costras.
La dermatitis atópica frecuentemente precede el desarrollo de asma u otra alergopatía respiratoria
¿A qué se debe?
En algunas personas, la dermatitis atópica se relaciona con una variación genética que afecta la capacidad de la piel de ofrecer protección. Con una baja capacidad de protección, la piel no es capaz de retener la humedad ni de brindar protección contra bacterias, irritantes, alérgenos y otros factores medioambientales.
En otras personas, la dermatitis atópica surge por la proliferación de la bacteria Staphylococcus aureus en la piel. Su presencia reemplaza a las bacterias útiles e interrumpe la función protectora de la piel.
Además, una capacidad de protección débil desencadena una respuesta del sistema inmunitario que provoca la inflamación de la piel, entre otros síntomas.
La dermatitis atópica es más común en bebés. Puede comenzar entre los 2 a 6 meses de vida. Muchas personas lo superan con el tiempo ya entrada la adultez.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel que afecta comúnmente a las personas alérgicas. Por lo general, se inicia durante el primer año de vida y puede persistir hasta la adultez
¿Qué la empeora?
Los siguientes factores pueden empeorar los síntomas de la dermatitis atópica:
- Alergias al polen, el moho, los ácaros del polvo o los animales.
- Resfriados y aire seco en el invierno.
- Resfriados o la gripe.
- Contacto con materiales irritantes y químicos.
- Contacto con materiales ásperos como la lana.
- Piel reseca.
- Estrés emocional.
- Resecamiento de la piel por tomar baños o duchas frecuentes o nadar con mucha frecuencia.
- Enfriarse o acalorarse demasiado, al igual que cambios súbitos de temperatura.
- Perfumes o tintes agregados a las lociones o jabones para la piel.
Algunas personas presentan brotes que luego desaparecen por un tiempo, incluso por varios años
¿Cuáles son sus complicaciones?
Las complicaciones de la dermatitis atópica pueden incluir:
- Asma y fiebre del heno.
- Alergias alimentarias. Uno de los principales síntomas de esta afección es la urticaria.
- Picazón y descamación crónicas de la piel.
- Áreas de la piel más oscuras o más claras que el área a su alrededor.
- Infecciones en la piel.
- Dermatitis irritante de las manos.
- Dermatitis alérgica de contacto.
- Problemas de sueño.
- Enfermedades de salud mental. La dermatitis atópica se asocia con depresión y ansiedad.
¿Cómo se trata?
El tratamiento de la dermatitis atópica consiste en:
- Usar topa de vestir amplia, preferiblemente de algodón o hilo.
- Evitar la exposición a temperaturas extremas. En general, evitar baños y duchas repetidas y, especialmente, el uso de detergentes.
- No frotar ni secar la piel con demasiada fuerza ni por mucho tiempo.
- Aplicar pomadas, cremas o soluciones hidratantes y emolientes para mantener la hidratación adecuada de la piel.
- Mantener las uñas bien cortadas.
- Asimismo es fundamental consultar con el dermatólogo quien, en base a la historia clínica y los síntomas, recetará un medicamento en caso que sea necesario.
Autora: Lic. María Fernanda Cristoforetti. Derechos de reproducción: Sello Editorial Lugones®, Editorial Biotecnológica S.R.L. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este artículo sin las autorizaciones de la autora y de la editorial. Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.