La obesidad y la diabetes están estrechamente relacionadas y pueden afectar la calidad de vida. En el Día Mundial de la Diabetes 2025, aprenda a prevenirlas y tratarlas
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
En los últimos años, la obesidad y la diabetes, puntualmente la tipo 2, se han convertido en dos de los principales problemas de salud en muchos países. Ambas enfermedades están estrechamente relacionadas y pueden afectar seriamente la calidad de vida si no se previenen o tratan a tiempo.

La obesidad y la diabetes tipo 2 están estrechamente relacionadas y es clave prevenirlas y tratarlas a tiempo
¿Qué es la obesidad?
La obesidad es una condición en la que hay un exceso de grasa en el cuerpo.
Recordemos que, desde este año, la “Comisión sobre la definición y los criterios de diagnóstico de la obesidad” define a la obesidad como una condición caracterizada por un exceso de adiposidad, con o sin distribución anormal o función del tejido adiposo, y con causas que son multifactoriales y aun incompletamente comprendidas.
Entre las posibles causas de la obesidad, se encuentra el desequilibrio entre el ingreso y el gasto de calorías como la principal y, posteriormente el sedentarismo, la inadecuada alimentación, el estrés y, en algunos casos, la ansiedad canalizada a través de la abundante ingesta de comida.
Tener obesidad no solo afecta el aspecto físico, sino que también aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades graves, como la diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer.

Entre las posibles causas de la obesidad, el desequilibrio entre el ingreso y el gasto de calorías es la principal
¿Qué es la diabetes tipo 2?
El páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre ingrese a las células para que estas la usen como energía. En caso de diabetes tipo 2, las células no responden de manera normal a la insulina; esto se llama “resistencia a la insulina”.
La resistencia a la insulina ocurre cuando el exceso de glucosa en sangre reduce la capacidad de las células de absorber y utilizar el azúcar en sangre para obtener energía. Esto aumenta el riesgo de desarrollar prediabetes y, finalmente, diabetes tipo 2
Como resultado, los niveles de glucosa aumentan, lo que puede dañar órganos y provocar complicaciones como problemas en la vista, los riñones, el corazón y los pies.

En caso de diabetes tipo 2, las células no responden de manera normal a la insulina; esto se llama “resistencia a la insulina
Peligrosa relación
Tener sobrepeso u obesidad es uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar diabetes tipo 2. Esto se debe a que el exceso de grasa, especialmente en el abdomen, afecta la manera en que el cuerpo utiliza la insulina.
Como se mencionó anteriormente, dado que la obesidad y la diabetes se encuentran íntimamente relacionadas, se las considera “epidemias mellizas”. El 80% de las personas con diabetes presenta algún grado de sobrepeso u obesidad; por ende, a esta asociación se la conoce como “diabesidad”.
Podemos afirmar que la diabetes tipo 2 se asocia a obesidad, dado que esta última actuaría como “un efecto gatillo” para aquellas personas que, además de obesidad, poseen algún otro factor de riesgo para desarrollar diabetes.
¿Cómo prevenirlas?
La buena noticia es que tanto la obesidad como la diabetes tipo 2 se pueden prevenir en la mayoría de los casos con hábitos saludables. Algunos consejos clave son:
- Alimentación equilibrada. Consumir más frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y menos alimentos ultraprocesados, azúcares y grasas saturadas.
- Actividad física regular. Caminar, andar en bicicleta, bailar o realizar cualquier ejercicio al menos 30 minutos al día, cinco veces por semana.
- Evitar el consumo excesivo de bebidas azucaradas. Optar por agua en vez de gaseosas o jugos artificiales. Evitar la comida chatarra.
- Dormir bien. El descanso adecuado también influye en el metabolismo y en el control del apetito.
- Controles médicos periódicos. Realizar los chequeos, especialmente si existen antecedentes familiares de diabetes u obesidad.

El movimiento es fundamental, por ello, se aconseja realizar cualquier ejercicio al menos 30 minutos al día, cinco veces por semana
Lamentablemente la obesidad y la diabetes se han convertido en una pandemia mundial, por lo cual es preciso tomar conciencia de esta realidad. Conocer las enfermedades asociadas a ambas ayuda a comprometerse para cambiar hábitos de vida y mejorar la alimentación al elegir productos saludables y realizar actividad física.
Por ello, es posible prevenir la obesidad y la diabetes mediante la adopción de un estilo de vida saludable, el cual no solo ayudará a reducir el riesgo de ambas enfermedades, sino que además mejorará el bienestar general.

Es posible prevenir la obesidad y la diabetes mediante la adopción de un estilo de vida saludable
Día Mundial de la Diabetes 2025: obesidad
Referencias