Fibromialgia y sexualidad en las mujeres

Lugones Editorial

Fibromialgia sexualidad mujeres

Estudio que se centra en identificar las experiencias de mujeres diagnosticadas con fibromialgia en relación a su sexualidad

Sello Editorial Lugones©

El síndrome de fibromialgia se caracteriza por dolor crónico generalizado, fatiga y trastornos del sueño. Es un síndrome reumático no articular que se presenta con dolor musculoesquelético crónico y múltiples puntos de dolor corporal cuando se aplica presión. Las tasas de prevalencia del síndrome de fibromialgia son más altas en las mujeres que en los hombres, oscilando entre el 3,5 y el 5,5%, y aumentan con la edad. 

El síndrome de fibromialgia altera la salud física y emocional de las mujeres, y también afecta su salud sexual, ya que se asocia con la fatiga, el dolor y los trastornos de la libido, generando disfunción sexual.

Este síndrome se ha asociado con depresión mayor, estado de ánimo, trastornos bipolares y de pánico, junto con dificultades de afrontamiento y estigma social. Se asocia con la fatiga, el dolor, la lubricación y los problemas musculares del suelo pélvico, el deseo sexual hipoactivo y los trastornos de la autoimagen. Esta situación puede hacer que las mujeres tengan una disminución de la libido, falta de receptividad y comportamientos de evasión sexual, con una disminución/ausencia de relaciones sexuales y un mayor riesgo de ruptura de la relación.

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El síndrome de fibromialgia afecta aproximadamente al 2,5% de la población, en su mayoría mujeres; causa problemas físicos y psicológicos, y reduce la calidad de vida

Objetivos 

El objetivo de este estudio fue identificar evidencia cualitativa sobre las experiencias de las mujeres diagnosticadas con síndrome de fibromialgia sobre su sexualidad

Para ello, los autores se basaron en metásintesis de estudios cualitativos. La búsqueda incluyó artículos publicados entre 2000 y junio de 2023 en las bases de datos PubMed, WOS, CINAHL, SCOPUS y SCIELO. 

Encontraron 450 artículos a través de la búsqueda inicial, de los cuales solo nueve cumplían los criterios y se incluyeron en la síntesis temática. De este análisis, surgieron tres temas principales: 

  • “Quiero, pero no puedo”: síndrome de fibromialgia causa un cambio en la sexualidad femenina. 
  • Restablecer la vida sexual y la intimidad.
  • Hacerse cargo de una “nueva sexualidad”
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El dolor crónico y los estados de ánimo bajos empujan a las mujeres hacia comportamientos de evitación sexual con su pareja

Resultados

Según los autores, el dolor crónico limita las relaciones sexuales satisfactorias e influye significativamente en la vida de las mujeres con síndrome de fibromialgia (FMS). Las mujeres tienen un umbral de dolor más bajo y una mayor sensibilidad a la presión y la temperatura. Varios estudios están de acuerdo en que el dolor inhibe el deseo y la satisfacción sexuales en comparación con las mujeres sanas, y la disfunción sexual está esencialmente relacionada con la gravedad del dolor coital. 

De este modo, el dolor, la rigidez, la fatiga y la falta de sueño contribuyen especialmente a la pérdida de salud sexual en mujeres con FMS. Algunos estudios informan que los síntomas pueden incluso llevar a las mujeres a detener la actividad sexual una vez que ha comenzado. El dolor parece estar asociado con el estado de ánimo bajo y la ansiedad en las mujeres con FMS, y la depresión es común, relacionada con problemas con el deseo y la excitación. 

Este trabajo confirma que las mujeres que sufren de dolor por FMS no quieren estar con nadie y rechazan cualquier contacto con una pareja. Informan de que el dolor influye negativamente en la frecuencia de las relaciones sexuales y en su capacidad para tener orgasmos. 

El dolor crónico y los estados de ánimo bajos empujan a las mujeres hacia comportamientos de evitación sexual con su pareja, y esta distancia emocional hace que la cercanía y la capacidad de negociar otras formas de sexualidad sean casi imposibles. 

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El dolor, la rigidez o la irritabilidad se traducen en pérdida de deseo, dificultad para tener orgasmos y menos encuentros sexuales

Los resultados del presente trabajo indican que las mujeres están particularmente preocupadas por las comorbilidades que afectan negativamente a su sexualidad. Las mujeres con FMS tienen tres veces más probabilidades de reportar disfunción del suelo pélvico, a veces acompañada de incontinencia urinaria, incontinencia mixta y flatulencia. 

La evidencia apunta a la necesidad de apoyo y un enfoque interdisciplinario de la sexualidad en mujeres con FMS. El apoyo social es clave para hacer frente a la situación. Las mujeres y sus parejas deben reconocer la situación y adaptarse a un nuevo tipo de sexualidad, ambas tomando la iniciativa. 

Por otra parte, el apoyo y la formación profesional, una buena relación médico-paciente y la continuidad de la atención son esenciales. Sin embargo, los resultados de este trabajo indican que muchas mujeres no han percibido tales mejoras y han perdido la confianza en los profesionales, recurriendo en su lugar a sí dentro de los grupos de apoyo a los pacientes. El FMS también es un desafío para profesionales como los fisioterapeutas, pero aquellos especializados en el tratamiento de problemas del suelo pélvico pueden contribuir a mejorar los problemas sexuales. 

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Las mujeres y sus parejas deben reconocer la situación y adaptarse a un nuevo tipo de sexualidad, ambas tomando la iniciativa

Conclusiones

Las mujeres con FMS son conscientes de las limitaciones que su condición clínica impone a su sexualidad y a la de su pareja. El dolor, la rigidez o la irritabilidad se traducen en pérdida de deseo, dificultad para tener orgasmos y menos encuentros sexuales. 

Las mujeres no tienen una vida sexual satisfactoria, y algunas se centran en satisfacer a su pareja por miedo al abandono. La conciencia y hacer frente a la situación significa hacer un esfuerzo para no perder su sexualidad. En este sentido, las pacientes y sus parejas deben hacerse cargo de su sexualidad en su nueva situación. Cambiar de roles y hábitos durante los encuentros sexuales es responsabilidad tanto de la mujer como de su pareja. Los juegos, las preparaciones, los toques, los lubricantes, los ejercicios y las terapias complementarias, junto con el apoyo social, profesional y de la pareja, se consideran aspectos clave en el proceso de adaptación a un nuevo tipo de sexualidad.

Fuente

Granero-Molina J, Jiménez-Lasserrotte MM, Dobarrio-Sanz I, Correa-Casado M, Ramos-Rodríguez C, Romero-Alcalá P. Sexuality in women with fibromyalgia syndrome: a metasynthesis of qualitative studies. Healthcare 2023;11(20):2762.