Revisión que enumera las complicaciones asociadas con la deficiente nutrición en la piel de las personas mayores
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Los cambios en la piel pueden ser signos de una deficiente nutrición. El reconocimiento de estos hallazgos cutáneos puede ayudar con el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad subyacente, revertir los signos cutáneos y prevenir complicaciones sistémicas irreversibles.
Las poblaciones de edad avanzada tienen un mayor riesgo de desarrollar deficiencias nutricionales debido a la baja ingesta dietética, la absorción deteriorada de nutrientes o la falta de conversión de los nutrientes en sus formas activas.

La anorexia del envejecimiento describe la reducción del apetito y la ingesta de alimentos, lo que resulta en un consumo inadecuado de nutrientes
La anorexia del envejecimiento describe la reducción del apetito y la ingesta de alimentos con el envejecimiento, lo que resulta en un consumo inadecuado de nutrientes, y se estima que afecta hasta el 20-30% de las personas mayores. Los factores fisiológicos que afectan el proceso de anorexia incluyen:
- Cambios en el tracto gastrointestinal y la salud bucal (por ejemplo, deterioro de la capacidad de masticación, reducción de la función de las glándulas salivales, disminución de la motilidad esofágica, reducción de la secreción gástrica).
- Hormonas (por ejemplo, respuesta alterada a la colecistoquinina, bajos niveles plasmáticos de grelina, alteración de la conducción de la alimentación central).
- Deterioro sensorial (por ejemplo, reducción del sentido del olfato y el gusto).
- Factores psicológicos y sociales como la depresión, la apatía y el aislamiento social pueden afectar la ingesta de alimentos en los ancianos.

La desnutrición en pacientes mayores puede conducir a un mayor riesgo de infección, estancias hospitalarias más largas, curación lenta de heridas y mortalidad
Deficiencias nutricionales
Existen varias complicaciones asociadas con las deficiencias nutricionales en las personas mayores. La desnutrición, que incluye la desnutrición y las deficiencias de micronutrientes, juega un papel clave en la debilidad, y en el aumento de la morbilidad y mortalidad en los pacientes geriátricos.
La desnutrición en pacientes mayores puede conducir a un mayor riesgo de infección, estancias hospitalarias más largas, mayor potencial de reingreso al hospital, curación lenta de heridas y mortalidad.
Las deficiencias de vitaminas altamente asociadas con la fragilidad incluyen las vitaminas B9, C y D. Ciertas deficiencias nutricionales aumentan el riesgo de deterioro cognitivo; la identificación temprana de estas deficiencias puede ayudar a mitigar el riesgo de efectos neurológicos irreversibles.

Hallazgos cutáneos clave de deficiencias nutricionales y diagnósticos diferenciales seleccionados
Deficiencia de zinc
El zinc es un micronutriente importante que juega un papel fundamental en la reparación de heridas, la función inmune y la reproducción. Está presente en alimentos como el pescado, carne, legumbres y frutos secos. Se estima que el 57,5% de las personas de 71 años o más tiene una ingesta inadecuada de zinc.
El zinc funciona para suprimir la necrosis tumoral en los queratinocitos y es importante para la proliferación celular normal y la disminución de la inflamación. La acrodermatitis enteropática (AE) adquirida por deficiencia de zinc se caracteriza por dermatitis acral y periorificial, diarrea y alopecia. Su deficiencia también puede provocar dermatitis psoriasiforme generalizada, lesiones cutáneas similares al vitiligo, así como cambios en las uñas y el cuero cabelludo.

La cantidad diaria recomendada de zinc para ancianos es de 11 mg/día en hombres y 8 mg/día en mujeres con un límite superior de 25-40 mg/día.
Deficiencia de hierro
El hierro es un elemento esencial involucrado en una amplia variedad de procesos metabólicos, incluyendo el transporte de oxígeno, la síntesis de ácido desoxirribonucleico (ADN) y el transporte de electrones. Las fuentes de hierro dietéticos incluyen el hemo-hierro en la carne animal y el hierro no hemo en las plantas.
La deficiencia de hierro es particularmente común en la población de ancianos debido a la disminución de la ingesta de alimentos, la malabsorción gastrointestinal y el sangrado oculto. Las comorbilidades como la artritis reumatoide, la enfermedad renal crónica y la enfermedad del intestino irritable pueden aumentar el riesgo de deficiencia de hierro.

La cantidad diaria recomendada de hierro es de 8 mg/día para ambos sexos con un límite superior tolerable de 45 mg/día
Deficiencia de proteínas
Los bajos niveles de proteínas están asociados con el desgaste muscular crónico, la pérdida funcional y la fragilidad, y se estima que más del 30% de las personas de 60 años o más y más del 50% de las personas de 80 años son sarcopénicas.
La deficiencia de proteínas puede causar dos presentaciones clínicas diferentes: kwashiorkor y marasmus. Los hallazgos cutáneos asociados con Kwashiorkor incluyen dermatitis con parches hipopigmentados a eritematosos-violáceos en áreas intertriginosas que pueden diagnosticarse erróneamente como dermatitis atópica. Los hallazgos cutáneos del marasmus incluyen piel arrugada debido a la pérdida de grasa subcutánea, exceso de cabello similar a lanugo, cabello fino y uñas agrietadas.

Diversos estudios recomiendan un rango de 1 a 1,73 g/kg/día de ingesta de proteínas en la población de ancianos
Deficiencias de vitaminas liposolubles
Vitamina A
Incluye un grupo de compuestos liposolubles químicamente relacionados, como el retinol, el palmitato de retinilo y el betacaroteno. Las fuentes comunes de betacaroteno incluyen frutas y verduras pigmentadas de color amarillo y naranja (zanahorias y pimientos rojos), mientras que las de retinol son la leche, productos lácteos, carne, huevos y pescado.
La vitamina A juega un papel importante en el sistema inmunológico innato y su deficiencia puede aumentar el riesgo de infección de la piel y afecciones inflamatorias de la piel. Los hallazgos cutáneos asociados con la deficiencia de vitamina A pueden caracterizarse por la queratinación de la piel y una epidermis seca. La cantidad diaria recomendada de vitamina A en adultos sanos es de 700 ug/día y 900 ug/día para mujeres y hombres, respectivamente.

Los hallazgos cutáneos asociados con la deficiencia de vitamina A pueden caracterizarse por la queratinación de la piel y una epidermis seca
Vitamina D
Se obtiene principalmente a través de su síntesis en la piel bajo la luz solar y la ingesta dietética en menor medida (yemas de huevo, leche, queso, pescado graso y aceitoso, carne roja, hígado y champiñones). Esta vitamina juega un papel importante en la inmunidad cutánea innata y adaptativa.
Se ha demostrado que un sistema inmunológico innato disminuido debido a la deficiencia de vitamina D aumenta el riesgo de infecciones cutáneas. Otras afecciones cutáneas asociadas con la deficiencia de vitamina D incluyen dermatitis atópica, psoriasis, acné, cáncer de piel y enfermedades cutáneas autoinmunes.
El requerimiento promedio estimado de vitamina D es de 800 UI/día en adultos mayores con exposición solar adecuada, pero en adultos mayores con exposición limitada al sol y obesidad, se recomienda una dosis más alta de 2000 UI/día.
Vitamina K
Es fundamental para la salud cardiovascular, la coagulación de la sangre y el metabolismo óseo. Se obtiene de las verduras de hoja verde y los alimentos fermentados.
Las manifestaciones cutáneas de su deficiencia incluyen petequias, equimosis y hematomas. Se aconseja el consumo en adultos sanos de 90 ug/día y de 120 ug/día para mujeres y hombres, respectivamente.

Las manifestaciones cutáneas de la deficiencia de vitamina K incluyen petequias, equimosis y hematomas
Deficiencias de vitaminas solubles en agua
Complejo de vitamina B
Las vitaminas B solubles en agua se relacionan con los procesos de envejecimiento, como el estrés oxidativo, la inflamación y las vías inmunitarias que contribuyen al inicio de la fragilidad. Las deficiencias de vitamina B han compartido hallazgos cutáneos como queilitis angular y las erosiones de las mucosas.
- B1. También conocida como tiamina, se obtiene únicamente a través de la ingesta dietética y no se produce fisiológicamente. Las fuentes incluyen pan, granos enteros, nueces y carne. Debido a su deficiencia pueden ocurrir cambios dermatológicos como atrofia de la piel, pérdida de cabello, brillo de la piel y dermatitis seborreica facial. Para adultos de 51 años o más se aconsejan de 1,1 mg/día y 1,2 mg/día para mujeres y hombres, respectivamente.
- B2. También conocida como riboflavina, se obtiene de la leche y los productos lácteos, huevos, carnes, nueces, legumbres y algunas verduras y granos. Los hallazgos cutáneos de deficiencia de B2 incluyen pérdida del cabello, edema de las membranas mucosas y dermatitis seborreica facial. La ingesta diaria recomendada para adultos es de 1,1 mg/día y 1,3 mg/día para mujeres y hombres.
- B3. Conocida como niacina, se obtiene exógenamente a través de la dieta en la carne, lácteos, trigo, levadura, champiñones y pescado. Pellagra, que significa “piel áspera”, puede ser el resultado de la deficiencia de niacina. Otro hallazgo clásico de su deficiencia incluye una erupción fotosensible en áreas expuestas al sol que progresan a placas coriáceas e hiperpigmentadas. La ingesta es de 14 mg NE/día y 16 mg NE/día para mujeres y hombres.
- B6. Las fuentes alimenticias de piridoxina incluyen carne, pescado y muchas frutas y verduras. La manifestación cutánea más común de deficiencia de vitamina B6 es la dermatitis seborreica que se puede encontrar en el cuero cabelludo, la cara, el cuello, los hombros y las nalgas. El consumo de vitamina B6 para adultos mayores de 50 años es de 1,5 mg/día y 1,7 mg/día en mujeres y hombres.
- B7. La biotina está presente en la yema de huevo, nueces, granos y leche. Su deficiencia se presenta inicialmente como pérdida gradual de cabello y piel seca, además de infecciones cutáneas. Para adultos de 19 años o más se aconsejan 30 ug de biotina diaria.
- B9. También conocida como folato, se obtiene de las hojas verdes, levadura, órganos internos de animales, hongos y hierbas. Los hallazgos cutáneos de su deficiencia incluyen glositis, queilitis e hiper/hipopigmentación mucocutánea. Para adultos de 19 años o más se aconseja el conusmo de 400 ug diarios.
- B12. La cobalamina se obtiene de las carnes rojas, quesos, leche, huevos e hígados de animales. Las manifestaciones cutáneas de deficiencia de vitamina B12 incluyen hiperpigmentación, típicamente en la cara, pliegues palmares y áreas flexurales, pigmentación de las uñas, así como vitiligo y despigmentación del cabello. La ingesta diaria recomendada para adultos mayores de 19 años es de 2,4 ug diarios.

Los pacientes con psoriasis tienen niveles más bajos de folato en comparación con los controles normales
Deficiencia de vitamina C
Es una vitamina soluble en agua y un importante antioxidante que favorece el crecimiento de la piel, el cartílago, los huesos y los dientes. Las fuentes dietéticas comunes incluyen frutas y verduras frescas como espinacas, brócoli y pimientos rojos.
La vitamina C juega un papel importante en la producción de colágeno. Los hallazgos cutáneos incluyen piel frágil, alteración de la cicatrización de heridas, petequias, gingivitis con sangrado, pelos de sacacorchos, alopecia y moretones.
La ingesta diaria recomendad de vitamina C para adultos de 19 años o más es de 75 mg/día y 90 mg/día en mujeres y hombres.

La vitamina C juega un papel importante en la producción de colágeno
Conclusiones
Considerar las deficiencias nutricionales subyacentes es importante para evaluar los hallazgos cutáneos en la población de ancianos, especialmente en el contexto de los factores de riesgo aumentados de deficiencias nutricionales, como la desnutrición, con el envejecimiento.
El reconocimiento temprano de las manifestaciones dermatológicas asociadas con las deficiencias nutricionales puede conducir a una suplementación adecuada y ayudar a prevenir las secuelas de complicaciones cutáneas y sistémicas.

El reconocimiento temprano de las manifestaciones dermatológicas asociadas con las deficiencias nutricionales evitará complicaciones cutáneas y sistémicas
Piel y nutrición
Fuente
Park SE, Williams M, Crew AB, Hsiao JL. Cutaneous signs of nutritional deficiencies. Current Geriatrics Reports 2024;13:189-199.