Obesidad y actividad física

Lugones Editorial

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La actividad física aumenta el consumo de energía, facilita la disminución de depósitos de grasa y previene la obesidad

Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial

La obesidad es una problemática que bien tratada tiene amplias posibilidades de revertirse. Se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede resultar perjudicial para la salud. Entre las posibles causas merecen mencionarse el desequilibrio entre el ingreso y el gasto de calorías como la principal y, posteriormente el sedentarismo, la inadecuada alimentación, el estrés y, en algunos casos, la ansiedad canalizada a través de la abundante ingesta de comida.

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El ejercicio es fundamental no solo para perder peso sino para el bienestar psicofísico

¡A moverse!

“La importancia de la actividad física para bajar de peso es fundamental dado que aumenta el consumo de energía, es decir, acelera el metabolismo y facilita su utilización y consecuente disminución de los depósitos de grasa del organismo”, señala el Dr. Sergio Devich, Médico especialista en Ortopedia y Traumatología, y Medicina del Deporte.

Sin embargo, cabe destacar que el ejercicio solo es un componente más del proceso de descenso de peso dado que la mayor relevancia está dada por la alimentación que se ingiera: “Es necesario que un nutricionista establezca un régimen de ingesta de calorías acorde al sexo, edad, antecedentes deportivos y las capacidades del paciente para llegar al objetivo final que será quemar más calorías de las que se consumen”.

En este sentido, es necesario saber que el ejercicio es fundamental no solo para perder peso sino para lograr el bienestar psicofísico. “Perder kilos de manera saludable implica perder tejido graso y no tejido muscular. Lamentablemente, por desconocimiento o erróneo asesoramiento, algunos creen que transpirar de manera abundante conduce a un descenso de peso, lo cual no es bueno porque ello provoca la eliminación de agua y sales minerales esenciales para el funcionamiento del organismo que, a su vez, son difíciles de reponer”, sostiene el Dr. Devich.

Todas las personas con obesidad realizar algún tipo de actividad física adecuada a sus gustos y posibilidades; sin embargo, la persona idónea para recomendar la mejor actividad física será el médico porque no es lo mismo una persona con sobrepeso, que una con obesidad o hiperobesidad. “Los chequeos son necesarios y obligatorios. Un profesor de educación física jamás debería aventurarse a realizar un programa de ejercicios sin solicitar los estudios necesarios para ello. Lo ideal son estudios clínicos, ortopédicos, de laboratorio como así también un electrocardiograma y un estudio radiológico de tórax”. 

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Nunca debe abandonarse el hábito de realizar actividad física; es una recomendación no solo para las personas con obesidad sino para todas

Caminata, la mejor aliada

“Con la actividad física periódica la grasa del cuerpo disminuye, a excepción de aquellos casos en los cuales el tratamiento no se acompañe de una adecuada alimentación. De este modo, esa grasa que antes ‘entorpecía’ los movimientos, gracias a su disminución o ausencia permitirá a la persona sentir mayor agilidad en sus movimientos”, sostiene el Dr. Devich.

De esta manera, la caminata se postula con la mejor forma de poner el cuerpo en movimiento; es fundamental para comenzar porque mejora la condición aeróbica, las articulaciones se acostumbran al movimiento, se optimiza la presión sanguínea y, a su vez, se aprende a coordinar su cuerpo.

En el caso de personas obesas, el comienzo es lento y paulatino dado que el la persona con obesidad viene de un extenso sedentarismo por ello se recomienda caminar, durante una hora y media, dos veces por semana; si se encuentra en mejores condiciones, lo hará tres veces a la semana. No obstante, hay quienes que por su obesidad padecen problemas en tobillos, rodillas o caderas y caminar se convierte en un impedimento real, por lo cual se les aconseja andar en bicicleta o nadar.

Una vez superada la etapa de caminata, el paciente/alumno comenzará con otro tipo de ejercicios que realizará en un gimnasio bajo la supervisión de un profesor. En ese momento ya estará en condiciones para realizar abdominales, elongar, tonificar su estructura, mejorar las zonas tendinosas y adquirir flexibilidad. 

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La dieta no debe planificarse para bajar lo más rápido posible, sino gradualmente incorporar nuevos hábitos de alimentación

¿Cuándo se ven los resultados?

Con respecto a los resultados, pregunta que genera mucha ansiedad por parte de los pacientes/alumnos, los mismos dependerán del grado de obesidad y de la intensidad o constancia para realizar los ejercicios, sin embargo, a las dos semanas ya se notan cambios favorables. 

En este sentido, el especialista en Medicina del Deporte aclara que “más del 90% de las personas con obesidad que baja muchos kilos rápidamente vuelve a recuperarlos. Para que esto no suceda, la dieta no debe planificarse para bajar lo más rápido posible, sino que gradualmente habrá que incorporar nuevos hábitos de alimentación”. 

Lo importante es que nunca, bajo ninguna circunstancia, el paciente/alumno abandone el hábito de realizar actividad física; es una recomendación no solo para las personas con obesidad recuperadas sino para todas por los increíbles beneficios que el ejercicio brinda a la salud.

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Lo ideal es bajar de peso paulatinamente para adquirir el hábito de comer en forma inteligente y realizar ejercicios

Un descenso saludable

  • La dieta debe ser baja en calorías acorde a las características del paciente (edad, sexo), con una ingesta diaria cada dos a tres horas.
  • Realizar ejercicios según las capacidades individuales, y combinar actividad aeróbica con anaeróbica.
  • Si bien existen muchas dietas, lo ideal es bajar de peso paulatinamente para adquirir el hábito de comer en forma inteligente y realizar ejercicios.
  • Cuando aparezcan los atracones, tener en cuenta que la meta es descender de peso.
  • Además de la alimentación adecuada y la actividad física, el descenso de peso dependerá del paciente/alumno, de su autoestima y su capacidad de trabajo.

Autora: Lic. María Fernanda Cristoforetti. Derechos de reproducción: Sello Editorial Lugones®, Editorial Biotecnológica S.R.L. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este artículo sin las autorizaciones de la autora y de la editorial. Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.