Pérdida de la audición

Lugones Editorial

Pérdida de la audición1

En la tercera edad se experimenta pérdida de la audición, situación que genera problemas de incomunicación, accidentes e inseguridad

Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial

Es considerado, luego de la vista, el sentido más importante. Pero, con el transcurrir de los años, comienza a perderse la capacidad de oír correctamente, y el entorno se modifica en virtud de esta situación: la persona afectada comienza a subir cada vez más el volumen de la televisión, pide a la gente que le repita lo que dice y se siente fuera de las conversaciones, incluso puede sentirse apenada, molesta, confundida y solitaria. 

En este sentido, está comprobado que el sentido del oído se deteriora con la edad, tal como ocurre con la vista o la fuerza muscular. Incluso, la situación empeora si la persona presenta alguna condición que empeore su percepción, como por ejemplo padecer presión arterial elevada o diabetes. También las infecciones de nariz y garganta son de consideración, dado que pueden extenderse y ocasionar inflamación (otitis) que, si no se trata de manera adecuada, puede provocar perforaciones internas y otorrea (salida de pus). 

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La presbiacusia consiste en la pérdida de audición producida por cambios degenerativos relacionados con la edad

¿Por qué se pierde la audición?

Existen varias afecciones que pueden alterar el normal funcionamiento del oído. No obstante, durante el transcurso de la adultez mayor, aparece una en particular denominada presbiacusia, que consiste en la pérdida de audición producida por cambios degenerativos relacionados con la edad. Se presenta en el 30% de los mayores de 65 años, y en el 50% de quienes superan los 85. No se conoce si existe una causa específica como el trauma por ruido, sin embargo, parece existir una predisposición genética y tiende a ser una condición familiar. 

Asimismo, la pérdida de audición ocasionada por este problema puede ser parcial (hipoacusia) o total (anacusia). No obstante, ello no depende de la gravedad de la infección en el oído ni del tiempo que duró, sino de la evolución del proceso en cada paciente. El daño puede presentarse en uno o ambos oídos, y la rehabilitación no alcanza el 100%. 

Por su parte, la pérdida de la audición inducida por el ruido ocurre cuando se está expuesto por mucho tiempo a sonidos que son demasiado fuertes o que duran demasiado tiempo. Este tipo de exposición al ruido puede dañar las células ciliadas sensoriales en el oído, las cuales permiten oír. Una vez que estas células ciliadas se dañan, no vuelven a crecer y, por ende, la capacidad para oír disminuye.

Los problemas médicos como la presión arterial alta o la diabetes, que son más comunes en las personas mayores, pueden contribuir a la pérdida de audición. Incluso existen medicamentos que resultan tóxicos para las células sensoriales en los oídos (por ejemplo, algunos medicamentos para la quimioterapia) que también pueden provocar la pérdida de audición.

En raras ocasiones, la pérdida de audición relacionada con la edad puede originarse por anomalías del oído externo o del oído medio. Estas anomalías pueden incluir una disminución en la función de la membrana timpánica (tímpano) o en la función de los tres huesecillos diminutos en el oído medio que llevan las ondas sonoras desde la membrana timpánica al oído interno.

La mayoría de las personas mayores con pérdida de audición tienen una combinación de pérdida de audición relacionada con la edad y pérdida de audición inducida por el ruido.

Pérdida de la audición

Los audífonos resultan la primera elección para mejorar la audición 

¿Existen tratamientos?

Afortunadamente existen varios aparatos y ayudas que mejoran la pérdida de audición:

  • Audífonos: son aparatos electrónicos que se usan dentro del oído o detrás de la oreja, y permiten que los sonidos sean más fuertes. 
  • Implantes cocleares: pequeños aparatos electrónicos que se implantan en el oído interno mediante una cirugía. Resultan muy eficaces en los casos en los cuales las personas están profundamente sordas o padecen serios problemas de audición dado que ayudan a oír mejor sonidos y conversaciones. 
  • Implante auditivo osteointegrado (o anclado en el hueso): es un implante colocado quirúrgicamente que transmite sonido al órgano de la audición por medio de conducción directa a través del hueso. El procesador de sonido capta el sonido y lo convierte en vibraciones. Luego, transmite estas vibraciones a través del hueso del cráneo hacia el oído interno.
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La presión arterial alta o la diabetes, que son más comunes en las personas mayores, pueden contribuir a la pérdida de audición

Consejos para hablar con un mayor

  • No chillar.
  • Ubicarse dentro de su campo visual al hablarle.
  • Hablar lentamente, despacio y vocalizando muy bien cada palabra, con gestos marcados.
  • Repetir las palabras, de ser necesario, usando términos distintos. 
  • Mirarlo a los ojos y comprobar sus gestos de asentimiento y en caso de incomprensión, transmitirle el mensaje de otra manera.
  • Mantener la paciencia y comprender su situación.

Referencia: National Institutes of Health

Autora: Lic. María Fernanda Cristoforetti. Derechos de reproducción: Sello Editorial Lugones®, Editorial Biotecnológica S.R.L. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este artículo sin las autorizaciones de la autora y de la editorial. Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.