En la diabetes tipo 2 los niveles de glucosa en sangre son demasiado altos. Mantener un peso saludable, una adecuada alimentación y el ejercicio ayudan a controlarla
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
El páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre ingrese a las células para que estas la usen como energía. En caso de diabetes tipo 2, las células no responden de manera normal a la insulina; esto se llama “resistencia a la insulina”.
La resistencia a la insulina ocurre cuando el exceso de glucosa en sangre reduce la capacidad de las células de absorber y utilizar el azúcar en sangre para obtener energía. Esto aumenta el riesgo de desarrollar prediabetes y, finalmente, diabetes tipo 2.
En una persona con prediabetes, el páncreas trabaja cada vez más arduamente para liberar suficiente insulina para superar la resistencia del cuerpo y mantener los niveles de azúcar en sangre bajos. Con el tiempo, la capacidad del páncreas para liberar insulina comienza a disminuir, y esto conduce al desarrollo de diabetes tipo 2.
En caso de sobrepeso, la recomendación es iniciar un plan de alimentación para descenderlo
¿Qué causa la diabetes tipo 2?
La diabetes tipo 2 puede deberse a una combinación de factores:
- Distribución de la grasa. El almacenamiento de grasa, principalmente en el abdomen, las caderas y los muslos, indica un riesgo mayor.
- Tener sobrepeso u obesidad.
- No realizar actividad física.
- Tener antecedentes familiares.
- Edad. El riesgo aumenta con la edad, especialmente a partir de los 35 años.
- Tener prediabetes. Es una afección en la cual el nivel de glucosa en sangre es más alto que lo normal, pero no lo suficientemente alto como para clasificarlo como diabetes. Si no se trata, la prediabetes suele avanzar hasta transformarse en diabetes tipo 2.
- Haber tenido diabetes gestacional o dar a luz a un bebé de más de 4 kg.
- Tener niveles de lípidos en la sangre. Un mayor riesgo se asocia con niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL), o colesterol “bueno”, y con niveles altos de triglicéridos.
- Padecer otras afecciones como: presión arterial alta, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, síndrome de ovario poliquístico o depresión.
¿Cómo se manifiesta?
Muchas personas con diabetes tipo 2 no presentan síntomas. A veces pueden ser tan leves que no se notan. Algunos son:
- Aumento de la sed y la micción.
- Aumento del hambre.
- Sensación de cansancio.
- Visión borrosa.
- Entumecimiento u hormigueo en los pies o las manos.
- Llagas que no cicatrizan.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
Reemplazar el consumo de alimentos con azúcar por más frutas y verduras
¿Cuáles son las complicaciones?
Con el tiempo, las complicaciones de la diabetes tipo 2 pueden afectar a los principales órganos del cuerpo, producir discapacidades, incluso poner en riesgo la vida. Si querés saber más, leé: ¿Qué es la diabetes tipo 1?
¿Cómo se previene?
Un estilo de vida saludable puede prevenir la diabetes tipo 2. Para ello es clave:
- Consumir alimentos saludables. Especialmente aquellos alimentos ricos en fibra, con bajo contenido graso y pocas calorías.
- Beber más agua y menos bebidas azucaradas.
- Comer más frutas y verduras.
- Preparar los alimentos preferidos de manera más saludable.
- Mantenerse activo. Realizar 150 minutos o más a la semana de actividad aeróbica moderada o intensa, como caminar a paso ligero, andar en bicicleta, correr o nadar.
- Bajar de peso. En caso de sobrepeso, iniciar un plan de alimentación para descenderlo.
Para prevenir la diabetes tipo 2, se aconseja realizar 150 minutos o más a la semana de actividad aeróbica
¿Cómo se trata?
El tratamiento para la diabetes tipo 2 implica controlar los niveles de azúcar en sangre mediante hábitos saludables como los mencionados. Asimismo, además de la alimentación y la actividad física, en algunos casos se prescribirán fármacos, por lo cual las personas deberán aprender a equilibrar lo que comen y beben con la actividad física y los medicamentos. También es importante controlar la presión arterial y el colesterol bajo, y efectuar las pruebas necesarias de detección.
Autora: Lic. María Fernanda Cristoforetti. Derechos de reproducción: Sello Editorial Lugones®, Editorial Biotecnológica S.R.L. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este artículo sin las autorizaciones de la autora y de la editorial. Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.