Es una de las primeras preguntas que las personas con diabetes se hacen cuando reciben el diagnóstico
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
La alimentación es uno de los pilares del tratamiento de la diabetes porque más que una elección de estilo de vida saludable, es una necesidad para el control de la enfermedad.
Hay ciertas pautas propias del tratamiento nutricional que se deben incorporar y que se describen a continuación.
Hay que reducir el consumo de grasas saturadas y optar por las cardiosaludables
Pautas
- Es clave tener en cuenta la cantidad y la selección adecuada de los alimentos con hidratos de carbono a través del mayor consumo de verduras, frutas, legumbres, cereales y granos enteros, y un moderado consumo de harinas refinadas, panes o pastas.
- El aporte valioso de la fibra soluble, presente en las frutas enteras, legumbres y las verduras, es un gran beneficio al momento de sumar ventajas metabólicas en las glucemias posprandiales a fin de ralentizar la absorción de los hidratos y mejorar la sincronización con el estímulo hormonal.
- Las formas de preparación durante la elaboración y cocción de los alimentos juegan un rol importante para modificar el impacto glucémico en cada comida. Y para mantener niveladas tanto las glucemias posprandiales como las basales, hay que implementar una correcta distribución de los carbohidratos durante el día, teniendo en cuenta la cantidad de porciones que cada uno necesita.
- En relación al manejo de las proteínas, debe ser controlado y de bajo contenido graso (por ejemplo, carnes magras y lácteos descremados). Con un aporte moderado de los alimentos proteicos se logra mantener el tono muscular y el gasto de reposición diario del cuerpo, incluso prevenir posibles complicaciones renales.
- En cuanto a las grasas, una reducción de aquellas saturadas, con colesterol y las llamadas trans, previene y protege frente a las complicaciones cardiovasculares. Por lo tanto, la selección apunta a las “grasas cardiosaludables” (omega 3 y 9) presentes en los frutos secos, aceites (de oliva, o girasol alto oleico, o canola o soja), paltas, aceitunas, semillas, algunas margarinas y panificados light, con agregado de omega 3 y 9, y los pescados de aguas profundas o de mar, que son los de mayor contenido en grasa omega 3.
Finalmente, hay que mantener un criterio razonable para la distribución de cada uno de los nutrientes en las comidas y respetar horarios regulares en las ingestas para controlar el peso y nivelar las glucemias durante el día.
Las formas de preparación y cocción de los alimentos juegan un rol importante para modificar el impacto glucémico
Súper alimentos
La Asociación Americana de Diabetes (ADA) aconseja incorporar estos 10 alimentos para mejorar el control metabólico y evitar complicaciones:
- Tomate. Fresco, en salsa, en jugo o licuado es de consumo libre porque no es fuente de carbohidratos, aporta muy pocas calorías, además de vitamina C.
- Legumbres. Los porotos, garbanzos, lentejas o arvejas son fuente de hidratos de carbono de bajo índice glucémico; también contienen proteínas, fibra y minerales (hierro, potasio y magnesio).
- Vegetales de hojas verdes. La acelga, espinaca, berro o rúcula prácticamente no tienen hidratos de carbono, son fuente de fibra y vitamina A.
- Frutas. Se aconseja optar por aquellas cuya cáscara pueda consumirse; aportan fibra, antioxidantes y vitamina C.
- Batata. Posee un alto contenido en fibra y vitamina A como betacarotenos, y su índice glucémico es menor que el de la papa.
- Pescado azul. El consumo de salmón, sardinas, caballa, arenque o atún beneficia el control de la diabetes, incluso de la hipertensión.
- Frutos rojos. Aportan polifenoles, antioxidantes que retrasan el envejecimiento del organismo, y tienen muy bajo índice glucémico. Las más recomendadas son: cereza, frutilla, arándanos, moras y ciruelas.
- Granos enteros. Ofrecen hidratos de carbono, con todos los nutrientes del grano (magnesio, potasio, vitaminas) pero con alto contenido de fibra lo que mejora la respuesta glucémica. El consumo de avena tradicional, harina de centeno integral, cebada perlada, arroz integral o maíz reduce la incidencia de diabetes mellitus tipo 2.
- Frutos secos. Las nueces, almendras, castañas o maníes aportan muy pocos hidratos de carbono, un alto contenido en grasa de buena calidad y proteínas. Además, son fuente de minerales (calcio, potasio y magnesio) y de vitaminas del grupo B.
- Lácteos descremados. Brindan el calcio necesario para el crecimiento y la salud ósea. Contienen proteínas de excelente calidad, de bajo índice glucémico.
Es importante ser activo, dormir lo suficiente y reducir los niveles de estrés
Además de esta variada lista de alimentos, a la cual hay que agregar el consumo de proteínas magras (carne, pollo, pescado y huevo), es importante ser activo, dormir lo suficiente, reducir los niveles de estrés y controlar periódicamente la enfermedad con el diabetólogo.
Referencia: Asociación Americana de Diabetes.
Autora: Lic. María Fernanda Cristoforetti. Derechos de reproducción: Sello Editorial Lugones®, Editorial Biotecnológica S.R.L. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este artículo sin las autorizaciones de la autora y de la editorial. Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.