Mientras algunos pacientes aceptan la diabetes y respetan el tratamiento, otros reciben la notician como una condena y abandonan las recomendaciones médicas
Por la Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
“Cuando el médico le diagnostica diabetes, el paciente puede manifestar dos actitudes: aceptarla o experimentarla como una condena. Si tiene antecedentes familiares de diabetes, generalmente conoce de qué se trata la patología y las complicaciones que puede originar, entonces siente que la diabetes es una condena”, explica la Dra. Adriana Álvarez, Sección Diabetes del Servicio de Endocrinología, Metabolismo y Medicina Nuclear del Hospital Italiano de Buenos Aires, y agrega que, “en cambio, cuando desconoce qué es -porque no tiene antecedentes-, puede entenderlo como algo serio o no”.
No obstante, en todos los casos, es importante tomar verdadero control de la enfermedad desde su inicio. Según estudios recientes, lo que determina el pronóstico de la diabetes es el buen tratamiento durante los primeros 10 años. “Es clave que el paciente, desde el primer día, desarrolle un control intensivo de su patología lo cual beneficiará el pronóstico y prevendrá complicaciones futuras”.
Como se trata de una patología “indolora” -o como la bautizaron los pacientes, una “enfermedad silenciosa”-, durante los primeros años el diabético no se siente enfermo y por ende no realiza el tratamiento como debería hacerlo; es decir, no baja de peso (el 90% de los diabéticos es obeso), no realiza actividad física o abandona la medicación porque cree que no existe beneficio entre tomarla o no, incluso no consulta al médico ni se controla. “Entonces, cuando aparecen síntomas como abundante micción, sed, cansancio extremo o mala cicatrización de las heridas acude al médico, pero su enfermedad ya se encuentra en un estadio bastante avanzado”, señala la especialista.
El paciente debe aceptar su enfermedad, respetar el tratamiento y educarse
No es el fin del mundo
El diagnóstico de la enfermedad genera temor en los pacientes y se incrementa aún más cuando oyen la palabra “insulina”: “Sienten que es el fin del mundo, incluso es una de las causas por las cuales abandonan el tratamiento y buscan otro profesional que les diga que no la necesitan. En realidad, viven esta situación como una crisis. Esto se denomina resistencia psicológica al uso de la insulina”.
Esta creencia se relaciona con la antigua práctica de aplicar insulina a los pacientes terminales. “Sin embargo, actualmente el concepto de insulina cambió: en un determinado momento de la enfermedad, a nuestros pacientes les comentamos la necesidad de comenzar precozmente con aplicaciones de insulina para prevenir complicaciones crónicas. Es importante que no vivan este cambio en el tratamiento como una etapa terminal sino como una forma de prevención y con el fin de lograr un mejor control de la enfermedad. La meta es alcanzar unahemoglobina glicosilada A1c igual o menor a un 7%”.
Es importante tomar verdadero control de la enfermedad desde su inicio
Desterrar mitos
Una de las complicaciones de la diabetes es la denominada retinopatía diabética que, en su estadio más avanzado, genera ceguera en los pacientes. “Afortunadamente en estos momentos se detecta una menor cantidad de estos casos, principalmente en aquellos que pertenecen a un nivel sociocultural medio o elevado y gozan de un buen acceso al sistema de salud hecho que, lamentablemente, no sucede en las personas de bajos recursos”.
La otra gran catástrofe, como dicen los pacientes, es la complicación del pie diabético que puede derivar en una amputación de los miembros inferiores. “Al igual que la ceguera, tiempo atrás era una complicación común, pero gracias a la educación de los pacientes y el tratamiento intensivo, los casos de amputaciones disminuyeron notoriamente, pero aún es una complicación presente en los hospitales públicos”.
Sin embargo, a diferencia de lo que creen los pacientes, la principal causa de muerte en los diabéticos es la enfermedad cardiovascular. “Por ende, una vez conocido el diagnóstico, además de controlar los niveles de glucosa, es vital comenzar a cuidar las arterias y reducir los niveles de colesterol LDL (malo)”. En este sentido, algunas recomendaciones son: bajar de peso, evitar las grasas y reducir el contenido de sodio en las comidas. Con respecto al ejercicio, los pacientes creen que tienen que convertirse en maratonistas cuando, en realidad, solo se trata de caminar 30 minutos diariamente y pautar esta actividad como parte de la rutina.
La diabetes controlada presenta muy buena evolución y permite desarrollar una vida plena y activa
Contención para la depresión
Hay situaciones en las cuales la diabetes puede originar otra enfermedad llamada depresión: “Varios estudios señalan una alta asociación entre la depresión y la diabetes, fundamentalmente en diabéticos tipo 2. El problema es que ni el paciente ni el médico perciben esta asociación porque en general los síntomas de la depresión se los atribuyen a la diabetes (cansancio, mal dormir); de este modo, ambas partes creen que dicha sintomatología se debe a la diabetes, pero en realidad, se está enmascarando una depresión que requerirá tratamiento psicoterapéutico y, en algunos casos, farmacológico”.
Por ende, para evitar un cuadro depresivo, el paciente podrá encontrar la contención adecuada para su enfermedad en el médico de cabecera (la persona que responderá a todas sus dudas e inquietudes) y en su familia, que deberá modificar hábitos (fundamentalmente alimenticios) para acompañarlo durante este proceso.
Los pacientes que psicológicamente no aceptan su enfermedad tienden a desarrollar una peor evolución, entran en un estado de pseudo-aceptación, respetan parcialmente el tratamiento y, en consecuencia, aparecen las complicaciones de la enfermedad. “Por ello decimos que es fundamental que el paciente acepte su patología, respete el tratamiento y se eduque porque, aunque no lo crean, la diabetes controlada presenta muy buena evolución y le permite desarrollar una vida plena y activa”.
Autora: Lic. María Fernanda Cristoforetti. Derechos de reproducción: Sello Editorial Lugones®, Editorial Biotecnológica S.R.L. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este artículo sin las autorizaciones de la autora y de la editorial. Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.